EL FANTASMA DE LA ÓPERA
En las décadas de los 40s, 50s y 60s, se filmaron en Estados Unidos extraordinarias películas musicales como: La Calle 42, Rose Mary, Oklahoma, Brigadoon, Showboat, Un Americano en París, Gigi, Siete Hermanos Para Siete Hermanas, Hi Lilly, Dulce Caridad, Irma la Dulce, Carrousell, West Side History, El Rey y Yo, etc.; posteriormente rodaron Mi Bella Dama, Violinista en el Tejado, Funny Girl, Vaselina, Paint Your Wagoon, Hello Dolly, La Tía Mame, Fiebre de Sábado en la Noche, etc.; y últimamente Chicago y Molino Rojo, con música y diálogos de magníficos compositores, entre los más prolíficos Rodgers & Hammerstein, Lloyd Webber & Rice y Menken. Todos fueron éxitos musicales en Broadway en su época y por ello fueron llevados al cine. Como en lo personal he disfrutado mucho ese tipo de films los he visto todos, y a través de los años, cuando fueron repuestos en el escenario, tuve la oportunidad de verlos, ya sea en Nueva York o en la Ciudad de México, y comprendí por qué los llevaron a la pantalla grande -afortunadamente para quienes no pueden acceder, o no podíamos acceder entonces, al teatro-.
En los últimos años me ha tocado estar en New York y disfrutar: Los Miserables y El Fantasma de la Ópera, ambas superproducciones musicales, coreográficas y con voces hermosas, como la de Sarah Brightman, por ejemplo. Por tal motivo tenía algo de resquemor -aunque naturalmente que asistiría- de ir al cine para ver El Fantasma de la Ópera, actualmente en cartelera, porque temía perder el buen sabor de boca que me dejó la puesta teatral; pero, la película es excelente en todos sentidos.
Para aquéllos que les gusta los musicales es ampliamente recomendable, y para aquéllos que no les llama la atención, también lo es, porque se trata de una bella versión de la conocida historia de amor, clásica en la literatura universal. Para los niños también existe manera de introducirlos en el mundo de los musicales porque Disney ha llevado a la pantalla Mary Poppins, Los Piratas de Pensance, Peter Pan, Chitty Chitty Bang Bang, La Bella y la Bestia, etc., los cuales además de ser algunos de ellos cuentos infantiles, también fueron llevados al teatro como comedias musicales. En el caso de La Novicia Rebelde, de gran éxito fílmico, es la biografía de la familia Trapp, quien se escapó de Austria y se fue a vivir a los Estados Unidos y cuyos descendientes radican en la ciudad de Stowe, Vermount, donde manejan un espléndido hotel tipo alpino muy visitado por los turistas, en donde se pueden ver en sus paredes fotografías de los personajes originales y de los sucesos de la película. Nosotros estuvimos allá en el mes de diciembre, y con la nieve y los arreglos se veía hermoso, como una auténtica postal navideña.
En fin, en pocas palabras... considero que ver una buena película musical es una muy agradable manera de pasar unas horas en el cine.
