EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Las armas las carga el diablo. Así quedó demostrado en la casa de la familia Puentes Acosta, luego que de forma accidental falleciera la mujer de la casa, derivando el internamiento del esposo y dejando casi en la orfandad a sus cinco niños. Los hechos ocurrieron en julio del presente año y ahora el delito fue reclasificado, ampliando la posibilidad de que el responsable regrese con sus hijos.
En el Juzgado Tercero del ramo penal, a cargo de María Luisa Valencia García, se dieron a conocer algunos de los pormenores del caso donde aparece como uxoricida culposo Jesús Francisco Puentes Méndez, de 27 años, señalado por la muerte accidental de su esposa Andrea Acosta Chávez, de la misma edad, ocurrida en el domicilio conyugal.
Son los abuelos paternos y maternos los que atendieron los trámites legales y mediante la declaración de dos de los hijos que fueron testigos de los hechos, es como se busca que Jesús Francisco se acoja a un beneficio que le permita recuperar su libertad.
Sobre los hechos se informó que el tres de julio del presente año, el matrimonio que vivía en la avenida del Mercado número 1815, de la colonia Villas La Merced, adquirió una pistola reconstruida que fue dejada como prenda de empeño por cierta cantidad.
Con la novedad de la pistola que sólo alojaba un tiro en su cañón, la pareja hizo disparos al aire en un taller vecino. Pruebas periciales determinaron que Jesús Francisco está imposibilitado para disparar con el dedo índice debido a un accidente y era su esposa la que lo ayudaba para cargar el arma que accionaba con el dedo medio de la mano derecha.
Cuando se levantaba de la cama con el arma en la mano, el hombre hizo presión y el sensible gatillo se activó, disparando una bala calibre 22 que acertó en el cuello de la mujer, que instantáneamente perdió la vida.
El inculpado recibió auto de formal prisión en su momento, pero por la calificativa de crimen culposo, tiene mayor oportunidad de quedar libre, si su defensa renuncia al periodo probatorio y fija fecha para sentencia, permitiendo así, que después de la tragedia, el hombre regresa a casa a mantener a sus hijos.
