Con todo y la recuperación electoral que ha tenido en las elecciones habidas en el interior de la República, incluida la más reciente de gobernador del Estado de México en la que materialmente arrasó a la oposición panista y perredista, y de que con el triunfo de Arturo Montiel como precandidato presidencial del Tucom pareció disiparse la amenaza de escisión interna que había en caso de que Enrique Jackson hubiera ganado las consultas realizadas por varias empresas encuestadoras, al PRI y a su aún líder nacional, Roberto Madrazo, se les vuelven a complicar las cosas, ahora por la muerte de Leonardo Rodríguez Alcaine, ocurrida antes del amanecer del sábado, apenas horas después de anunciar que la Confederación de Trabajadores de México apoyaría al político tabasqueño y de que él intentaría convencer al gobernador mexiquense a que declinara a favor de aquél.
Independientemente de que el relevo de Madrazo en el mando nacional del tricolor por Elba Esther Gordillo sigue sin resolverse -ante la advertencia a ésta de que estatutariamente debe prelar al ascender de la secretaría general a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional, también estatutariamente podrían ser los casi mil 400 integrantes el Consejo Político Nacional los que decidan si debe elegirse una nueva fórmula que arribe a la dirigencia-, con su muerte Rodríguez Alcaine dejó auténticamente “la víbora chillando” en las filas priistas ante la próxima elección del que será el candidato de ese partido a la Presidencia de la República, luego de expresar el respaldo cetemista al político tabasqueño, quien ahora tendrá que esperar a que el sucesor de aquél le ratifique el respaldo de esa central, lo que siendo factible que así ocurra, no estará exento de contratiempos.
La desaparición del dirigente nacido en Texcoco dejó al garete y en un serio riesgo de ruptura interna no sólo a la Confederación de Trabajadores de México, sino también al Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana, de los que era secretario general, por no haber preparado cuadros para sucederlo y en donde también habrá disputa entre quienes aspiran a sustituirlo, y que, a querer o no, tendrá consecuencias inmediatas y mediatas ante la elección interna que enfrentará a Madrazo con Montiel, quien el mismo sábado, en la capilla ardiente a la que acudió a expresar sus condolencias, rechazó que vaya a declinar “a favor de nadie”, como fue la última voluntad expresada por Rodríguez Alcaine, horas antes de su muerte, de que en aras de la unidad partidista lo hiciera a favor del líder priista.
Este tendrá que asegurar que ese respaldo le sea refrendado por quien llegue al mando de la CTM, sea Carlos Romero Deschamps, Joaquín Gamboa Pascoe, Gilberto Muñoz Mosqueda, Enrique Ramos o Ismael Flores Cantú -este último líder estatal en Nuevo León que hace dos semanas también logró el acuerdo de apoyar al líder priista-, que son los cinco secretarios generales sustitutos, lo que seguramente habrá de originar forcejeos en la principal central obrera del país.
Entre Elba Esther Gordillo; el triunfo de Montiel en el Tucom; la muerte de Rodríguez Alcaine y la disputa que ya comenzó entre los cetemistas y electricistas que aspiran a sucederlo, Madrazo tendrá todavía un arduo camino por andar para convertirse en candidato presidencial del PRI que tendrá a poner a prueba su indudable habilidad y experiencia política.
