A 48 horas de que se reúna el Consejo Político Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), para aprobar la renuncia de Roberto Madrazo como líder de ese partido y ante el rechazo de la militancia que se ha generalizado en los últimos días a que Elba Esther Gordillo lo reemplace como lo señalan los estatutos, quedó ya listo un análisis jurídico sobre cómo se dará el relevo en la dirigencia tricolor, mismo que será entregado a los mil 282 consejeros y del que se desprende que la profesora chiapaneca, si es que decide asistir al pleno y desafiar a quienes la repudian, asuma efímeramente el mando priista, en tanto ese órgano partidista ejerce su derecho de elegir al sustituto del político tabasqueño: el nombre que más se menciona para serlo es el de Manlio Fabio Beltrones.
En busca de una salida estatutaria y sobre todo legal a la encrucijada en la que hoy por hoy está el relevo en el mando priista, el secretario técnico del Consejo Político Nacional (CPN), Mariano Palacios Alcocer, le solicitó al coordinador de Asuntos Jurídicos del comité ejecutivo nacional del PRI, Raúl Cervantes Andrade, analizar y emitir una opinión jurídica sobre los Artículos 81, fracción XV y 164, párrafo segundo, de los Estatutos, una vez que pasado mañana miércoles se acepte la renuncia del aún líder priista que buscará la postulación presidencial en una contienda interna con el gobernador del estado de México, Arturo Montiel.
En el caso del primer precepto, Cervantes Andrade advierte que “es facultad exclusiva del pleno del Consejo Político Nacional elegir al presidente sustituto” -misma que éste ejercerá- y que en el segundo, existen dos figuras jurídicas, una, al determinar que el secretario general ocupe el cargo para que convoque al Consejo y éste pueda realizar la elección de presidente sustituto, en un acto de prelación, misma que permite el acceso al cargo de manera transitoria, medible en horas o hasta un máximo de 60 días para ejercer la presidencia o secretaría general de manera temporal por esa vía para cubrir la vacante y con el mismo objetivo final de elegir a la nueva dirigencia.
En cualquiera de los dos casos, la prelación en la temporalidad establece que “su ejercicio concluye en el momento mismo en que el Consejo Político Nacional elige al sustituto”, como así ocurrirá en el auditorio “Plutarco Elías Calles”.
El alejamiento de más de un año del cargo partidista para el que fue electa, tras su estrepitoso derrumbe como coordinadora del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados; su estrecha relación personal con el presidente Vicente Fox en su afán por aprobar las “reformas estructurales” inaceptables para el tricolor y para amplios sectores de la población; su actitud de actuar en contra de su partido en elecciones estatales como en Aguascalientes, Baja California, Oaxaca, Tlaxcala y Veracruz; su empeño en crear un partido político y una central burocrática para, a través de ellos, seguir socavando al Institucional, la convierten hoy en una auténtica “Yegua de Troya” en el tricolor desde cuya dirigencia nacional intentaría cerrarle el camino de regreso a Los Pinos, son hechos que pesan y habrán de pesarle más en las próximas horas a la aguerrida chiapaneca, si es que pasado mañana miércoles decide acudir al auditorio “Plutarco Elías Calles” y avivar la llama de la división priista que en mucho contribuyó a encender desde el inicio de este sexenio.
