Enrique Jackson Ramírez, líder de los senadores del PRI y aspirante a la candidatura presidencial de su partido, se decidió, al fin, a salirle al paso a Roberto Madrazo, quien durante la reciente 19 Asamblea Nacional se empeñó en demostrar que es el dueño del Tricolor y lo responsabilizó de propiciar la crisis priista en Nayarit que originó la elección interna del candidato a gobernador de esa entidad y que provocó ayer la renuncia al Tricolor del senador Miguel Ángel Navarro Quintero, quien ahora contenderá como abanderado del PRD, lo que confirma que la supuesta “unidad” que el tabasqueño proclamó tras el máximo evento habido en Puebla la semana pasada. Después de que el político sinaloense envió una carta al dirigente nacional priísta solicitándole que el comité ejecutivo nacional “limpiara” la elección interna habida en Nayarit el pasado domingo 27 de febrero, a la que Madrazo dio respuesta al botepronto -al estilo foxista- que Jackson Ramírez calificó de “desmesurada, retadora” y que para no pocos priistas fue grosera, soberbia e irreflexiva, el senador nayarita anunció su renuncia al Institucional tras haber agotado todas las instancias y demostrar de manera fehaciente que tras el proceso interno hubo quema de actas y de boletas y una serie de anomalías que lo obligaron a solicitar una “auditoría electoral”, voto por voto, meta por meta y actas tras actas, la respuesta fue una quemazón de documentos en el comité estatal de su partido en Tepic. Aseguró que a pesar de los argumentos y pruebas que presentó al CEN priista, no tuvo una respuesta satisfactoria, por lo que decidió renunciar de manera irrevocable al partido en que militara durante muchos años. Jackson Ramírez lamentó la decisión de Navarro Quintero y reconoció que el riesgo de ruptura interna que advirtió en la misiva que envió a Madrazo si el CEN no “limpiaba” la elección interna en Nayarit, se dio finalmente, no obstante que hubo una petición oportuna para que se reencauzara el proceso para evitar, justamente, la división y la fractura, que es la que atenta contra la fortaleza del PRI. Señaló que “eso es lo que atenta contra la unidad del partido: el que no se respete la legalidad, la democracia interna y los derechos de los militantes” y que “por eso los senadores priistas llamaron a la dirigencia nacional a que asumiera su papel para evitar una fractura que va a lastimar al Tricolor”.
Y a pesar de que el líder de los senadores del Institucional y el propio Navarro Quintero eludieron responsabilizar directamente a Madrazo, pero ambos señalaron al CEN -encabezado por el político tabasqueño- de lo ocurrido. “La responsabilidad es de quienes no respetaron la legalidad y la democracia interna y la voluntad de los electores; eso es justamente el tono de mi comunicado ayer -anteayer- al presidente del partido. Eso es precisamente lo que estoy advirtiendo, reclamando: la violación y el no respeto a esas reglas y señalando el riesgo de una ruptura y una división en Nayarit por no respetar la democracia interna y la legalidad”, dijo Jackson Ramírez. El hasta ayer senador priista nayarita eludió también mencionar a Madrazo, pero dejó claro que si el dirigente nacional de su ex partido reconoce estar de acuerdo con el resultado de la elección interna, “no comparto su opinión” porque hoy en día se tiene que transparentar y legitimar los proceso, interna y externamente.
Los integrantes del grupo parlamentario del PRI en el Senado, entre ellos tres de sus ex líderes -Dulce María Sauri Riancho, Humberto Roque Villanueva y Genaro Borrego- respaldaron la posición asumida por su coordinador y algunos arremetieron contra Madrazo, al que señalaron directamente como responsable de que su ex compañero Navarro Quintero se vaya de ese partido para buscar con el PRD la candidatura ciudadana, por no haberse respetado la legalidad y la democracia interna en el proceso habido en Nayarit. La política yucateca dijo que la respuesta de su sucesor en el mando priista fue “cobarde” cuando en su respuesta a Jackson Ramírez expresa que falta valor y lamentó que la dirigencia priista haya hecho pública la misiva y recordó que esa actitud del tabasqueño le ha impedido tener una relación fluida con los senadores de su partido.
Roque lamentó también “que se nos vayan cuadros tan valiosos como Miguel Ángel Navarro” pero eludió atribuir la responsabilidad de lo ocurrido a un solo personaje, aunque reconoció que en el caso de Nayarit se dieron “errores de procedimiento” y que “lo más acertado hubiera sido que se corrigieran”.
Y Borrego Estrada dijo que lo ocurrido no es conveniente para la unidad del PRI, admitió que de parte de la dirigencia de su partido ha habido “hostilidad, desdén, menosprecio e incluso descalificación” a todo lo que provenga del grupo parlamentario del Tricolor en el Senado. Lo ocurrido en Nayarit enfrentó a Jackson Ramírez con Madrazo, aspirantes ambos a la candidatura presidencial del PRI; provocó la renuncia del senador Navarro Quintero a ese partido para ser candidato del PRD, seguramente en alianza con algunos otros y demostró que aun en proceso internos, los priistas siguen siendo capaces de hacerse trampas, como sucedió en Nayarit el pasado domingo 27 de febrero.