Para aquéllos que tenemos la suerte de escribir, y que haya alguien interesado en leer nuestras ideas ?que juntar ambos conceptos no es cosa fácil-, resulta tema a considerar el que algún día hagas un libro para que tus ideas queden compendiadas y que otra generación las lea cuando tú te hayas ido.
Pues bien, a sólo unos meses de cumplir diez años ininterrumpidos de estar con usted cada domingo ?echándonos el café?, desde aquel diciembre de 1995, por fin el próximo jueves 24 ?pariré? mi primer libro, que será una compilación de los artículos que publiqué en El Siglo de Torreón en los años 1996 y 1997.
Hacer un libro tiene sus ?bemoles? ?diría mi padre- y el principal es la tentación -del autor-, de darle una ?corregidita? a los textos, sobre todo si éstos se hicieron hace diez años, todo ello con el fin de transmitirles su matiz modernista, corregir los errores semánticos, y hasta colocarle ?quizá? alguna que otra palabreja de ésas que luego usamos para apantallar, que acá entre nos, yo me sé pocas, y cuando las uso, es porque no encuentro otra que mejor le vaya.
Al respecto mi meditación fue corta: ?El libro se imprime tal y como se escribió en el año 1996, sin la menor corrección?, y si entonces puse ?vurro? con ?uv?, pues burro se va con ?uv?. A cambio de eso, el lector podrá ver plausiblemente ?otra de mis bellas palabrejas- como pensaba, sentía, me enojaba y entusiasmaba con todo aquello que a usted y a mí, nos afectó durante los años de 1996 y 1997.
Pues bien, cuando la Dirección Municipal de Cultura me propuso hacer un libro con los artículos de mis dos primeros años, yo accedí encantado, y como no iba a hacerlo si el ?borrador del libro? lo tenía cuasi-listo de 1996 y hasta el 2004. Desgraciadamente por cuestiones de espacio sólo aparecerán en este libro algo así como 100 artículos que compilan dos años de mis ideas, y dejaremos para posteriori el mandar a imprenta los siguientes años? bueno, esto si hay quién se interese por leer mis ideas a manera de sobremesa.
El título del libro será Reflexiones que denota perfectamente lo que en su interior contiene, y más claro no podía estar, cuando el título original era Reflexiones de un Ciudadano Común.
Acá entre nos, aunque me da gusto anunciarle a usted mi próxima ?parición?, no crea que por ello me siento ?el muy-muy?, pues sé bien que el libro tiene todas y cada una de las carencias y limitantes de ?quien lo escribió?, pero como quiera? y usted lo sabe? a los hijos se les quiere? aunque parezcan cuervos, y de ello tengo una buena anécdota:
Una vez mientras yo andaba de cacería llegamos a un rancho por un guía, y como éste andaba ?campeando? nos quedamos a esperarlo mientras platicábamos con su esposa. En eso salió por ahí corriendo el hijo de la señora que para serle franco, si su madre lo trajera a la ciudad en Halloween no necesitaría disfrazarlo ?perdón, pero estaba feo el chamaco-, aún así y tratando por un lado de ser cortés, y por el otro saber si realmente era cierto aquello de que toda madre ve hermosos a sus hijos, le dije: ¡Mire nomás qué guapo hijo tiene!... a lo que ella contestó en el acto? ¡Gracias señor, si ya me lo han dicho muchas personas!, y es que salió igualito a su abuelo materno ?el padre de la señora, obviamente-, que era ?muy guapo?, dicho esto no me cabe la menor duda de que mi pequeño ?librillo? deberá ser ?a mi criterio paterno-? ?bello?.
Ahora bien, cuando uno edita un libro, para darlo a conocer al público se hace algo que se llama ?la presentación?, esto es una pequeña y sencilla ceremonia, donde el autor y dos personas que él elige, comentan algo acerca del libro, y al terminar el evento luego de unos 45 minutos, el libro queda oficialmente en venta y ahí mismo puede usted comprarlo.
La presentación de Reflexiones como ya se lo dije, será el próximo jueves 24 a las 8:30 P.M. en el auditorio del Museo Regional de La Laguna que está por la Juárez dentro del Bosque Venustiano Carranza. Para hacer la presentación elegí dos de mis buenos amigos lasallistas (Ex-IFL), ambos excelentes escritores de este mismo periódico, el Dr. Yamil Darwich, y el Arq. Gregorio Muñoz Campos.
Bueno, para los que deseen ese día darse una pasada por ahí, los recibiré con gusto, y aunque preví que los únicos que estarían de seguro serían mi madre ?mi primer ?fan?- y mis tres infatigables lectores de cada domingo, Dios dispuso que mi madre asistiera solo ?en espíritu?, y es por ello que ?sólo a ella? dediqué mi libro. Le transcribiría de buena gana el texto de la dedicatoria pero usted y yo nos soltaríamos llorando, así que tendrá que ir a leerlo... personalmente.
www.internetual.com.mx/llama
