La idea llevaba meses dando vueltas en mi cerebro... ¿Cómo probar que la educación en el México de hoy día está no sólo cara, sino? ¡¡¡Carísima!!!
Al día de hoy, 30 de enero de 2005, la preocupación de un padre normal no es por los frijoles y las tortillas, sino por pagar a tiempo ?los colegios de los hijos?, sin embargo estoy seguro de que hace 30 años, la preocupación toral de nuestros padres era más por el concepto de ?comida y vestido?, que por el apartado ?colegios?, que si bien no era algo ?regalado?, creo que al menos... no les quitaba el sueño.
Lo malo de este asunto, es que no veía la forma de ?probarlo?, sin recorrer para ello todas las escuelas de Torreón preguntándoles cuánto le cobran ahora a un estudiante y cuánto le cobraban hace 30 años.
Y peor se me pusieron las cosas cuando la idea de ?cómo probarlo? me llegó a las cinco de la mañana, y aquí estoy como un estúpido a las 5:10 de la mañana, sentado junto a una tasa de café, tratando de explicarlo, y todo por la manía de dejar mis ideas ?escritas? para que luego algún día mis nietos, sepan de cada tema? como pensaba el abuelo.
Tratando de que mis ideas sean coherentes y secuenciales, le diré que mi padre don Fernando Llama Hickman tuvo 12 hijos del que yo fui el mayor. Siendo don Fernando un individuo trabajador de ?clase media? ?ni siquiera clase media ?alta?, sino tan sólo ?clase media?- les dio primaria, secundaria, prepa y carrera a 11 de sus hijos -y a dos de nosotros nos dio hasta ?maestría?-. Y se las hubiera dado a los 12, si Dios no hubiera dispuesto llevarse a una de sus pequeñas a los 15 años, para engrosar la lista de sus angelitos.
Para poder ubicar cuánto gastaba mi padre en la educación de sus hijos y cuánto en su mantenimiento, me iré al mes de septiembre de 1977, que considero que fue una etapa crucial en su vida. En aquel septiembre ?negro para él- el pequeño Betito de seis años -hoy de 34- entraba a primero de primaria en el Instituto Francés de La Laguna, mientras su servidor luego de seis años de carrera profesional en la Facultad de Odontología, iniciaba el primer año de especialidad en Ortodoncia en la Clínica de la Concepción de la ciudad de Madrid, España.
Entre Betito y yo, había otros diez hijos en diferentes colegios: tres de las hijas mayores estudiaban en Monterrey, una en el Tec, y dos en La Bastida. En Torreón, había uno en Medicina, otra en la UANE, otro en la Narro, otro en la Ibero, y el resto estudiaban repartidos entre ?el Francés? y ?La Paz?.
Considero que en aquel entonces un padre ?normal? gastaba en la educación de un hijo quizás un 30 por ciento de lo que le costaba su mantenimiento total. Hoy día calculo que el renglón ?educación? se lleva el 50 por ciento hasta prepa, y el 70 por ciento o más al entrar a la Universidad, y trataré de explicarle por qué.
Si mi padre viviera hoy día, y tuviera que pagar las escuelas de sus 12 hijos (en ese entonces aún éramos 12)... mmm... necesitaría pagar unos... -déjeme sacar mi calculadora para no hablarle al tanteo-... mmm... ¡¡65 mil pesos!! Mensuales... ?tan sólo por concepto de estudios?, que sería un promedio de cinco mil 416 pesos por cráneo. Que si quitáramos lo que costaba el mantenimiento de cuatro hijos que estudiaban fuera de casa, el promedio podría bajarnos a tres mil 800 pesos, cantidad que perfectamente se ajusta a nuestra actualidad escolar ?media?.
Le recuerdo que partí de la base de que mi padre gastaba en estudios el 30 por ciento del total de lo que ganaba, pero si usted quiere se lo voy a elevar hasta el 40 por ciento para ser más veraz, total que aún así las cifras asustan. Ello significa que si de aquel entonces a la fecha, los costos escolares hubieran subido ?proporcionalmente al alza de la vida?, mi padre debería de ganar hoy día 162 mil 500 pesos mensuales, con lo que de ninguna manera podría considerarse... ¡¡un individuo de clase media!!
Qué cantidad le gustaría a usted que gane un padre de clase media hoy día... ¿Diez mil?... ¿15 mil?... mmm... mire, se la dejo en ?20 mil? para que no nos dé un colapso cuando veamos los números finales. Ello equivaldría en igualdad de circunstancias a que los colegios de 12 hijos de un padre actual que gana 20 mil pesos mensuales deberían de costarle ocho mil pesos en total, que divididos entre 12 hijos debería estar pagando por cada uno de ellos 666 pesos mensuales por colegio.
Y yo me pregunto: ¿Habrá ahorita alguna, primaria, prepa o universidad que le cobre 666 pesos mensuales?, o tan sólo el camión del colegio le cobra hoy día aún más de lo que mi padre pagaba antes por concepto de ?colegiatura?.
Bueno, espero que con este juego de números al menos haya podido probarles cinco cosas:
1.- Que la educación privada en México está hoy día... ?Carísima?.
2.- Que los colegios hoy día se reproducen ?como esporas?, en generación espontánea, y todo ello porque son un... ?Negociazo?.
3.- Que un padre actual de clase media ?con un ingreso real de ocho mil pesos mensuales- no puede dar educación profesional a más de un hijo.
4.- Que las familias grandes con todas sus ventajas de compañerismo, afecto y otras mil cualidades que a Dios gracias me tocaron vivir, ?son cosas del pasado?, y quedarán para nosotros como algo anecdótico que se recuerda con nostalgia.
Y por último, que si las colegiaturas las siguen subiendo y subiendo en forma ?geométrica? y no ?matemática?... los hijos de nuestros hijos, sudarán el copete para pagar los estudios profesionales de ?un solo hijo?... y en el caso de que tuvieran dos... pues habrá que decidir quién estudia y quién se queda sin preparación académica.
Corolario:
Papá: Donde quiera que hoy te encuentres... ¡¡Gracias por todo!!... Y ahora que me toca vivir lo que tú viviste, me doy perfecta cuenta de que fuiste... un tipo... ?Excepcional?.
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