Primera de dos partes...
Los intereses de los mexicanos, los campesinos y los empleados, tan vapuleados por el Gobierno, no son contemplados mucho menos revisados por nadie.
Heberto Castillo
Como burda representación de una ópera bufa en una carpa añosa trata la Administración actual en Matamoros, Coahuila, de simular lo que no es posible disimular por obvio y porque la corrupción es tanta que no se puede tapar, aun con la ayuda del mismo H. Congreso local, el gobernador Martínez y Martínez y la Controlaría Mayor del Estado, hasta donde la corrupción de la Administración del doctor Felipe Medina Cervantes llegó con todas sus dependencias, Ecología, Tesorería, SIMAPA, Alcoholes, Transporte Municipal, Catastro, Seguridad Pública, Obras Públicas ¿..? incluyendo el nepotismo con su hermano Javier y cuñados, etc. Cuentan los viejos y los que saben de esto que es por mucho la peor Administración de todos los tiempos en este municipio y parece que ahora lo confirman sus jefes y subjefes de las diferentes dependencias en el final del tríenio, esto gracias sin duda a un pueblo agachado, conformista, vendido en algunos sectores, sumido en la ignorancia y la miseria, cosa que los regidores del PRI y algunos de la llamada Oposición aprovecharon magníficamente su puesto para seguir navegando en el mundo feliz que da cobrar en la nómina.
El jefe del rebaño de borregos en el Congreso local Salomón Juan Marcos Issa, a hecho un gran malabarismo con las cuentas públicas del municipio de Matamoros y como están las cosas en la política estatal Salomón Juan Marcos seguirá como buen trapecista en el circo de tres pistas de la siguiente Administración con Moreira (ése es el premio), lo mismo pasó con los auditores al mando de Ricardo Álvarez García, ex jefe ya para estas alturas del juego en la Contaduría Mayor de Hacienda funcionarios al servicio de su amo Martínez y Martínez resultando los auditores muy obsequiosos con los de su partido en este caso el PRI.
Otra prueba es que, en las pasadas elecciones, Enrique Martínez y Martínez ya no pudo disimular y tendió toda la carne al asador para sacar adelante el proyecto de Felipe Medina con Onofre en la cabeza, quien será el salvavidas, sin disimular los partidarios del PRI y los que aceptaron los $50 pesillos en la compra-venta de la democracia que se dio por el voto en las elecciones pasadas el 25 de septiembre, donde el disfraz y la manipulación no fueron capaces de tapar el perverso revés que con el abuso y uso del poder le dio una tunda al pueblo en contubernio con el IFE, que sigue en manos del Estado y del mismo Enrique Martínez y Martínez, fungiendo como presidente de este Instituto, en forma por demás obvia y sin simulación le dio la puntilla a la democracia.
Pero más allá de que en las votaciones y elecciones pasadas del 25 de septiembre el fraude ?consumado es?, con la gracia e ingrediente causal del mismo gobernador en marras en el municipio de Matamoros, donde en los seis años de su Administración el mandatario Estatal lo visitó (a la cabecera) siete veces y de las siete ocasiones fueron seis cuando estuvo Fernando Castañeda Limones como presidente de matamoros (1999-2002) y con Felipe Medina Cervantes, sólo una vez y eso al ejido Santa Ana del Pilar.
El gobernador ya saliente Enrique Martínez jamás le pudo perdonar a Jesús Contreras Pacheco esta vez candidato por la UDC a la presidencia de Matamoros, el que siga siendo amigo del otrora contrincante y ex gobernador Rogelio Montemayor S. y ahí la enconada soberbia de Martínez en contra de Contreras Pacheco e inclusive se dijo que Martínez y Martínez podía perder todo Coahuila, pero al profesor Jesús Contreras Pacheco no lo dejaría llegar y lo cumplió.
Bajo estos caprichos y la explotación de imagen para seguir en la función pública fueron y siguen siendo las prioridades de este servidor público ex tucom, ex precandidato a la Presidencia de la República y como están las cosas otra vez diputado federal o de perdida senador, etc. El juicio a Felipe Medina por las cientos de irregularidades y dinero público rapiñado no se ve dónde y cuándo mucho menos quién.
Menos cuando la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos Estatales y Municipales de Coahuila así lo señalan como lo veremos más adelante. Raúl Onofre, el presidente electo por Matamoros, sólo será una tapadera y si a su antecesor no le pasó nada, con los millones sin comprobar o al cometer peculado, lo que quiere decir que el que sigue, Raúl Onofre y su planilla (pandilla), tendrá licencia para robar más aún.
Matamoros es un municipio sin obras y con un Cabildo insolente e indolente sumido en la anarquía, la corrupción corre como el alcohol y el vicio con más expendios que escuelas, sin contar los clandestinos o los comités de ?gestoría social? que, al comenzar la gestión (2003), Felipe Medina implementó para la venta de alcohol en los ejidos, con el discurso de que -la venta de alcohol era la forma de promover el empleo-. Las cuentas nunca fueron claras y sólo hubo una somera revisión de parte de las dependencias inherentes del Estado y del año 2003 faltando por revisar las cuentas del año 2004 y 2005 donde según cálculos a groso modo hay desvíos por más de 80 millones de pesillos...
Lástima por el odio enconado que demostró el gobernador Enrique Martínez y Martínez, por conducto de su brazo ejecutor Raúl Sifuentes, quien siempre mantuvo al cobijo de su sombra a Felipe Medina Cervantes.
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