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¿Qué estarán haciendo?

Javier Fuentes de la Peña

La curiosidad no tiene límites. A más de uno nos resulta atractivo saber qué están haciendo los demás en un determinado instante. ¿Qué hará en este momento mi vecina? ¿Cómo estará mi ser amado ahora que no estoy a su lado? ¿Qué hacen los artistas en sus ratos libres?

En estos días de gran agitación política, la curiosidad se aviva y una pregunta vuela en mi mente cual si fuera un molesto moscardón: ¿Qué estarán haciendo ahora los candidatos a la gubernatura y a la Alcaldía de Torreón? ¡Cómo quisiera ahora poder ver en mi televisión, al más puro estilo de Big Brother, los pormenores registrados en los cuarteles generales de dichos políticos!

Cada vez que hay una campaña, los ciudadanos tenemos que elegir a uno de los candidatos basados en las mentiras que ellos repiten una y otra vez en sus actos de proselitismo. Todos ofrecen lo mismo: abatir el desempleo, procurar una mayor seguridad, elevar el nivel de calidad de vida, mejorar la infraestructura,... ¿Acaso no se les ocurre nada nuevo?

Sé que es imposible, pero sería más fácil elegir al mejor de los candidatos si pudiéramos saber qué hacen ellos cuando no están frente a una cámara de televisión, detrás de la grabadora de un reportero, o encima de una tarima tratando de convencernos a depositar nuestra confianza en ellos. De esta manera, quizá los conoceríamos mejor y así evitaríamos sorpresas desagradables con gobernantes hábiles en incumplir sus promesas.

Como no existen cámaras ocultas que vigilen los pasos de cada uno de los candidatos, no me queda más remedio que echar rienda suelta a la imaginación y suponer qué están haciendo ahora cada uno de los aspirantes a la gubernatura y a la Presidencia Municipal de Torreón.

Humberto Moreira, por ejemplo, debe estar coordinando todo el operativo de acarreo para el día de la elección. Sentado en una mesa junto a sus principales colaboradores, revisa las cuentas bancarias para ver cuántos millones puede destinar a comprar las últimas conciencias. Como el ex alcalde de Saltillo se sabe triunfador, pregunta a uno de sus achichincles si ya está listo el champaña y las camisetas con la leyenda: “¡Ganamos raza!”. Después, saca de su bolsillo trasero un papel cuadriculado y continúa la lista de quienes formarán parte de su gabinete: “Para la Secretaría de Educación ya está listo mi brother. En Finanzas necesito a alguien que me dé para mis anuncitos. En Desarrollo Social... ¿alguien sabe qué significa desarrollo social?”.

En cuanto a Jorge Zermeño me imagino que ahora se está encomendando a todos los santos, incluidos los de Torreón, pues sabe que sólo un verdadero milagro podría llevarlo al triunfo. El panista tuvo un buen cierre de campaña. Sin embargo, no faltó el despistado que preguntó si el baile con los Kumbia Kings era para iniciar su proselitismo ya que era la primera vez que oía hablar del candidato. En realidad el aspirante albiazul pudo haber hecho más para despertar el interés de los coahuilenses. Para muchos Zermeño sólo es conocido por la primera letra de su apellido y no por sus propuestas. En un principio ofreció una contienda de altura y finalmente, cayó en los ataques personales en un grito desesperado por acaparar los reflectores estatales.

Respecto a José Ángel Pérez, me imagino que ahora estará mordiéndose todas las uñas, incluidas las de los pies, pues no tiene nada asegurado el triunfo. “¿Con quién podré hacer otra alianza?”. Mientras piensa en esto, toma el teléfono y le habla a Guillermo Anaya: “Memo, cómo estás. Fíjate que necesito un favorcito. Como tú sabes, el domingo ganará quien acarree a más votantes y por eso te pido que condiciones el pago a los burócratas municipales a cambio de que me apoyen. No te arrepentirás, pues ya sabes que si me convierto en alcalde nadie hablará mal de tu administración al frente de Torreón”.

La imaginación me dice que Eduardo Olmos está ahora implorando que la simpatía ganada por Humberto Moreira en Torreón, signifique un apoyo para su causa por parte de los ciudadanos. “Qué corto se quedó el ilustre próximo mandatario Moreira al prometer un estadio para Torreón. ¿Por qué no nos ofreció traer un Six Flags? ¿O por qué no se le ocurrió prometer la contratación de Ronaldo y Zidane para el Santos?”.

En cuanto a mí, sólo puedo decirles que me encuentro atormentado por la necesidad de saber qué hacen ahora los candidatos y sobre todo, por no saber en quién depositar mi confianza el próximo domingo.

javier_fuentes@hotmail.com

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