TORREÓN, COAH.- La séptima jornada nos presentó las diferentes caras del futbol mexicano, desde la lucha deportiva hasta la apatía en los ?tacos? de algunos conjuntos, que parecen pelear sólo por su sueldo y no por lo que significa traer puesta una casaca.
En las tribunas se vio desde la convivencia civil, entre diferentes aficiones, hasta la malentendida ?guerra? sin cuartel entre las barras y pseudoaficionados, quienes ponen en riesgo la integridad de todo mundo por ?defender? los colores de su equipo.
En el arbitraje hubo trabajos buenos que no influyeron en el partido, así como a quien le quedó grande el compromiso o bien no pudo poner orden en los jugadores y marcó el destino del marcador.
Con todo esto, los aficionados no podemos quejarnos de una buena primera parte del torneo, a pesar de la carga de trabajo en selecciones nacionales y Copa Libertadores, y hasta comerciales, varios jugadores han desquitado su sueldo.
Algunos futbolistas han tomado en serio su papel y aprovechan su segunda, tercera y hasta la cuarta oportunidad que han recibido en el futbol mexicano. Ahí están los casos de Kléber y ?El Piojo? López con América, Lussenhoff y Carmona con el Cruz Azul o ?El Misionero? Castillo, quien poco a poco se afianza con los Guerreros.
Muy relevante ha sido la participación de Chivas, Tigres y Pachuca, que se consolidan en la Libertadores y no desentonan en el torneo local. Posiblemente tendrán que decidir su prioridad, dependiendo de sus posibilidades.
Esperemos que conforme vaya pasando el tiempo, no decaiga el nivel de juego, dado que pocas veces hemos disfrutado el futbol que ahora se vive en cada partido. Si bien ?los negritos en el arroz? ya están muy definidos (Dorados, Atlas y Veracruz), en la parte superior de la tabla todo puede cambiar.
