EFE
VIENE, AUSTRIA.- El mercado sigue con expectación el efecto del huracán Rita en la industria del petróleo del golfo de México, lo que ha ensombrecido y dejado sin efecto la decisión adoptada por la OPEP esta semana de ofrecer toda su capacidad de extracción para bajar los precios.
La decisión de los ministros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de abrir al máximo las espitas y bombear hasta dos millones de barriles adicionales en tres meses a partir de primeros de octubre no ha sido suficiente para hacer retroceder los altos valores del crudo y sus derivados.
Los analistas aseguran que a corto plazo la decisión ha quedado sin efecto por el nerviosismo de la cercanía del huracán Rita, de fuerza cuatro sobre cinco, que se dirige a las costas de Texas y Luisiana, pero no parece que tenga la fuerza destructiva del Katrina.
A largo plazo, el fantasma de la escasez energética debido al desaforado crecimiento mundial de la demanda de crudo, que la OPEP establece en 1.42 millones de barriles diarios, o 1.73 por ciento para 2005, hace que la medida adoptada no cambie nada en la aprensión de los operadores.
Los precios, tras varias jornadas de subidas, están bajando después de que el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (EU) informase de que con el cambio de trayectoria del ?Rita? al este, el corazón de la industria petrolera tejana no iba a resultar afectado, donde además se registra la mayor concentración de refinerías de EU.
Gran parte del temor se debe a los posibles daños que puedan sufrir las refinerías en el golfo de México, donde el 30 por ciento de la capacidad está paralizada, ya sea por el cierre de las instalaciones ante la llegada del Rita o debido a los daños ocasionados por el Katrina.
El Departamento norteamericano de Energía informó ayer de la interrupción del refino diario de unos 2.2 millones de barriles de gasolina y 1.2 millones de barriles de combustible para calefacción debido a la cercanía del huracán.
Otro foco de atención será, según los especialistas, el papel que tendrá la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ante los daños que pueda causar el fenómeno natural, y si aplicará medidas excepcionales, como acudir a las reservas estratégicas de productos destilados.
Con este panorama, la determinación de la OPEP de ofrecer desde el primero de octubre hasta final de año toda su capacidad adicional, cifrada en dos millones de barriles diarios, si el mercado lo requiere, ha mostrado la incapacidad de la organización para bajar los precios ante los argumentos destructivos de la naturaleza con el Rita.