AGENCIAS
MÉXICO, DF.- “Judas” cambió de rostro. Este año ya no colgarán del mecate ni al ex presidente Ernesto Zedillo, ni a René Bejarano, ni a Cuauhtémoc Cárdenas; ahora el pecado estrenará forma y colores, estará representado por un muñeco de cartón de siete metros de alto y cincuenta kilogramos de peso, bautizado como “El Desacato”: ni más ni menos que la silueta de López Obrador.
Al preguntar por el autor de tan inusual monigote, uno se encuentra en la colonia Merced Balbuena, del Distrito Federal, tocando a la puerta de la casa de Miguel Linares, artesano, hijo de Pedro Linares, el más famoso creador de alebrijes del mundo, quien tuvo motivos más que suficientes para poner el pecado y diez kilogramos de pólvora en la figura del llamado “Peje”.
“Porque no respeta las leyes, por eso lo vamos a quemar”, dijo, quien además aseguró que es simpatizante panista.
Tres casas a la izquierda, sobre la misma acera, vive la oposición, es decir, la otra parte de la familia Linares, que es, curiosamente, de corte perredista.
Allí nos recibe Marcela Linares, hermana de don Miguel. Una dama de unos 50 años que no esconde su rencor por el Gobierno Federal y el PAN: “pues aquí vamos a quemar a ‘Martita’ y a Creel, dice, mirando de soslayo la casa de su familiar y vecino.
Pareciera que el charco de la política ha salpicado la fiesta de la “quema” de los Judas, incluso en esta calle. La familia Linares, esa que desde hace más de setenta años viene conservando la tradición de los alebrijes, los Judas y la cartonería mexicana, está dividida por el tema del desafuero.
La tradición
El castigo a traidores, delincuentes, corruptos, hipócritas y mentirosos se hace realidad al menos una vez cada año: el Sábado de Gloria, cuando fieles cristianos llevan a cabo en plazas públicas la tradicional quema del “Judas”, colgando por el cuello a monigotes con los rasgos de personajes populares.
Así, figuras de la política mexicana como Carlos Salinas, René Bejarano, Diego Fernández de Cevallos, Andrés Manuel López Obrador, Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo, entre otros, son juzgados y condenados por el ciudadano común sin mediar desafueros.
Empero, algunos personajes internacionales como George W. Bush, Sadam Hussein y Osama Bin Laden también son sentenciados a la quema, sin dejar de lado las tradicionales arpías y los alebrijes, así como los diablos, las calaveras y el charro mamerto.
Por cantidades que varían entre los 15 pesos y los tres mil pesos, los cristianos pueden ejercer, en ceremonias paganas, justicia popular sobre los demonios que, como Judas Iscariote, representan lo más negativo de la naturaleza humana en el imaginario colectivo.
Se dice que el origen de los “Judas” se remonta a España con las llamadas “fallas” o “monigotes” que se utilizaban durante la celebración de “San José”, en Valencia. Aunque se cree que también podría ser el monigote elaborado en Cuaresma en Europa para comenzar el carnaval.
En México la tradición de la quema del “Judas” viene de la época de la colonia, cuando los sacerdotes los utilizaban durante la evangelización y tenían características similares a los actuales, como colores vivos y fuegos artificiales.