EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Quinto Informe/Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“Hagamos virtud de nuestras diferencias”.

Vicente Fox

Finalmente el Informe presidencial siguió siendo una ceremonia huérfana. Virtualmente todos los participantes se sienten incómodos en ella. Los miembros de los partidos de Oposición piden que el presidente escuche sus posiciones antes del Informe, en tanto que el presidente señala que el formato es obsoleto pero añade que, mientras no se cambie la Ley, nada se puede hacer. El rito que vimos ayer, sin embargo, no es ya el mismo de los tiempos del control absoluto del PRI.

Ya no se aprovecha el escenario para rendir pleitesía al presidente. Los legisladores leales al presidente son apenas una minoría. El discurso del mandatario fue distinto a los habituales. Casi no hubo cifras. En esta ocasión, realmente, Fox dejó los datos duros para el Informe escrito. Lo que escuchamos fue un discurso político de ideas abstractas.

La parte medular fue un llamado al diálogo. “Sin diálogo no hay acuerdo. Sin acuerdo no hay avance”, dijo el presidente. “Acojamos causas comunes -añadió en otro momento-. Nadie que actúe solo alcanzará logros plenos. Hagamos virtud de nuestras diferencias... Hoy el mandato es servir y escuchar, no imponer”.

¿Puede lograrse este diálogo? En una conversación previa al Informe Emilio Chuayffet me decía que las agendas legislativas de los partidos son bastante similares. En principio podría esperarse que hubiera acuerdos que permitieran la realización de cuando menos algunas de las reformas estructurales. La ventaja que hay ahora es que todos los partidos políticos piensan que pueden ganar la Presidencia en 2006.

Esto quiere decir que a todos les convendría que se llevaran a cabo esas reformas que no son ideológicas y que le facilitarían la vida al siguiente Gobierno, independientemente del partido del que surjan. Como en otros Informes anteriores, en esta ocasión hubo también interpelaciones.

Resulta curioso que la primera vino cuando el presidente dijo “Hemos construido demasiado muros y pocos puentes”. Un diputado del PRI, Gonzalo Moreno Arévalo, aprovechó el momento para presentar una imagen de un tanque de gas en protesta, supongo, por la política del Gobierno con este combustible. Las cámaras de televisión no fueron tímidas en esta ocasión para presentar las protestas y las interpelaciones. Esto por supuesto resulta positivo y subraya también cómo la sociedad mexicana ha venido construyendo una mayor libertad.

Estoy convencido, de hecho, que quienes interpelan al presidente en lugar de generar simpatía producen un rechazo de los gobernados hacia sus causas. Los mexicanos pueden estar en contra de las políticas del presidente, pero no les gusta que no se le guarde respeto al mandatario.

Yo no sé si los políticos mexicanos aceptarán el llamado del presidente al diálogo. Todos afirman la importancia de los acuerdos pero se resisten a ellos cuando se empieza a discutir el detalle.

Hay algo de razón, por otra parte, en las quejas de los políticos de la oposición que señalan que, mientras el presidente hace un llamado al diálogo, en sus comerciales de radio y televisión ataca a sus enemigos políticos, especialmente a los priistas, a quienes acusa de todos los males del país.

En el propio discurso de ayer había resabios de esa actitud. Al señalar que “las elecciones de Estado no regresarán”, el presidente hizo una crítica al PRI. Podrá ser cierta o falsa la imputación al PRI de haber hecho elecciones de Estado, pero no es éste un discurso adecuado si lo que se busca en tener acuerdos legislativos con el PRI. ¿Podrán los legisladores olvidar sus diferencias en los próximos meses para llevar a cabo las reformas que el país necesita? Es poco probable.

La impresión que tuve ayer en el Palacio Legislativo es que la clase política está más interesada en sus pequeños pleitos, y en buscar ventajas con vistas a las elecciones de 2006, que en impulsar las reformas fundamentales que el país necesita para hacerse más competitivo. Quizá sea inevitable. No olvidemos que el presidente que ayer hizo el llamado al diálogo en su Quinto Informe fue el mismo que seis años antes se salió del Quinto Informe del presidente Ernesto Zedillo porque dijo que tenía cosas más importantes que hacer.

Todos los políticos saben que el diálogo es indispensable, pero sólo se acuerdan cuando están en el poder y no cuando se encuentran en la oposición.

SEGURIDAD

Nunca había visto un dispositivo de seguridad tan ostentoso en un Informe de Gobierno. Había un cerco de una veintena de cuadras alrededor del Palacio Legislativo. Para llegar a la sede había que atravesar decenas de retenes. Este dispositivo en poco coincide con la idea de que la democracia ha traído una situación de mayor tranquilidad y legitimidad al país.

Correo electrónico:

sergiosarmiento@todito.com

Leer más de EDITORIAL / Siglo plus

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 167982

elsiglo.mx