Conmemoran ciudadanos el 60 aniversario de la rendición nipona.
AP
TOKIO, JAPÓN.- Los asiáticos conmemoraron ayer el 60 aniversario de la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial rindiendo homenaje a sus muertos, quemando banderas del Sol Naciente y exigiendo compensaciones, al reactivarse las tensiones entre Japón y los países que sojuzgó el siglo pasado.
La ocasión inspiró una rara conmemoración conjunta entre Corea del Norte y Corea del Sur, e hizo que manifestantes en Hong Kong quemaran una bandera japonesa y marcharan al consulado de Tokio gritando, ?¡Abajo el imperialismo nipón!?.
En Filipinas, mujeres hoy ancianas que otrora fueron obligadas a actuar como esclavas sexuales para soldados del Ejército Imperial reanudaron sus exigencias para recibir compensación y disculpas, en tanto ex prisioneros de guerra australianos regresaron a las selvas de Tailandia donde trabajaron como mano de obra esclava bajo un calcinante sol a fin de construir la tristemente célebre Línea del Ferrocarril de la Muerte.
China exhortó a sus ciudadanos a recordar la rendición japonesa del 15 de agosto de 1945 con una ?nueva ola de patriotismo?, mientras los medios de prensa controlados por el Estado denunciaron las atrocidades niponas.
Ese tipo de señalamientos indica que han quedado en Asia heridas sin curar 60 años después que el emperador Hirohito admitió la derrota en una transmisión de radio, días después que estadounidenses convirtieron en cenizas las ciudades de Hiroshima y Nagasaki al arrojar bombas atómicas.
El sentimiento de solidaridad entre las víctimas se extendió a la última frontera de la Guerra Fría, cuando una delegación de unos 200 norcoreanos llegó a Seúl para visitar un cementerio donde están enterrados muertos de la Guerra de Corea.
Corea fue anexada por Japón en 1910. Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, vino la liberación y también su división.
El aniversario en Asia mostró que las relaciones de Japón con sus vecinos se hallan en las peores condiciones en varias décadas. Una serie de países vecinos ha acusado a Tokio de no haber intentado reparar su brutal colonización de la región en las décadas del treinta y del cuarenta.
, ni compensar a sus víctimas.
