NUESTRA REALIDAD
Reacciones | Una consecuencia es la pérdida de confianza en los otros.
EL SIGLO DE TORREÓN
En el 80 por ciento de los casos los abusos son cometidos por alguien de la famlia.
TORREÓN, COAH.- El psicólogo, José Antonio Miranda Hernández, explica que, tras un abuso sexual, el principal daño psicológico a la víctima es la pérdida de la confianza en los otros, además de sentimientos de culpa y vergüenza, como parte del aspecto social.
?Lo que más se lastima en una violación es la confianza?, manifiesta, ?generalmente se tiene la idea de que los abusos son por parte de una persona desconocida, pero de acuerdo a un estudio en México, en el 80 por ciento de los casos se trata de un familiar o alguien cercano?.
Señala que esta situación, además de generar un daño por la cuestión sexual, trae consigo un daño mayor, que se traduce a la pérdida de la confianza, más aun cuando el familiar es una persona querida por la víctima.
?Otro problema muy grande surge cuando, luego de la violación, hay un secreto?, indica, ?como hay vergüenza y culpa, la propia persona lo mantiene oculto, no lo abre, puede cargar con ello durante años o incluso, nunca decirlo?.
Miranda Hernández dice que erróneamente existe culpa en la víctima, que tiende a creer que de alguna forma provocó la violación, además de que son constantemente amenazadas, en una situación que fue forzada.
?Existe falta de confianza en las relaciones, culpa y temor a abrirse, el secreto?, comenta, ?definiti-vamente, para tratar a una persona tras una situación así, es necesaria ayuda terapéutica psicológica, legal y sobre todo, en la cuestión familiar?.
El psicólogo refiere que, en múltiples ocasiones, se piensa que una violación afecta sólo a la víctima, cuando en realidad la cuestión influye en la parentela. Considera que los familiares deben brindar apoyo inmediato a la persona y ayudarle a resolver sus conflictos en torno a la confianza, pero también tomar las medidas legales adecuadas hacia el abusador.
Comunicación abierta.
José Antonio Miranda Hernández, psicólogo, considera que es necesario mantener siempre una comunicación abierta con los hijos y en caso de que ambos padres trabajen, procurar que los menores se queden con personas de confianza.
-Señala la necesidad de que, cuando sucede un abuso, se denuncie inmediatamente y no ocultarlo, pues esto resulta más doloroso para la víctima.
-Recomienda buscar ayuda psicológica especializada para atender las secuelas posteriores.
FUENTE: José Antonio Miranda, psicólogo
