¿Cómo se puede corregir la complacencia del régimen anterior y el actual, al haber tolerado la corrupción de los agentes aduanales por haber permitido mediante “mordidas”, el paso de autos, camionetas y hasta camiones de carga y pasajeros a territorio nacional?
Esta irregularidad ha desatado la inconformidad de la industria automotriz, el problema más grande es de autos y camionetas, ya que existe un cálculo que sobrepasa los dos millones y alrededor de cincuenta mil de camiones de carga y pasajeros; el presidente Vicente Fox, declaró recientemente que pugnará para que no emita la decisión la Cámara de Diputados por una nueva regularización y que de ello estará muy “al pendiente”.
Por lo pronto en las garitas aduanales y volantas ya le bajaron y ya han decomisado algunos vehículos que pretendían introducir al país, por ese lado está bien pararle, aunque sea a estas alturas, pero nomás se enfría el asunto y sigue la mata dando.
El problema que tiene el Gobierno Federal es como “una papa caliente”, porque es el que permitió esa corrupción de los agentes aduanales y otra realidad es que este tipo de vehículos permanece en posesión de personas que no están en posibilidad de tener un vehículo nacional porque no está al alcance de su presupuesto y además les es imprescindible para trasladarse, no es un lujo, es una necesidad.
Suponiendo que entre en vigor la Ley y se decomisen todos los autos “chuecos”, ¿en dónde los van a tener a resguardo?, no hay lugar para tenerlos y va a estar en chino hacer un operativo de esa magnitud; se ha tolerado que ese tipo de vehículos circulen amparados con hologramas de organizaciones como Onappafa y otras, desde ahí el Gobierno permitió esa irregularidad de contrabando justificado tolerando a la vez en forma automática el no portar placas de circulación, así de simple.
El problema de raíz es la corrupción aduanal y es el propio Gobierno el responsable por no poner orden estricto en esos servidores públicos que se hincharon las bolsas con los billetes de tanta “mordida” que han recibido.
Ya no se puede tapar el Sol con un dedo, ya es un problema social que se creó y se tiene que solucionar. De tal manera que el propio presidente de la República tiene que evaluar detenidamente la magnitud del problema, aun con la presión que tenga de la industria automotriz.
Hay que tomar en cuenta que la Secretaría de Hacienda sólo permite la importación de camionetas tipo pick-up hasta el modelo 1995 y hasta 2009 se permitirá la importación de autos de acuerdo al Tratado de Libre Comercio.
Así es que de hecho el pecado está hecho, hay que confesarse y rezar cien Aves Marías para obtener la absolución.
