En menos de 20 minutos, controló un siniestro simulado en las instalaciones de la Refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex) personal de la terminal de almacenamiento y distribución de la misma empresa y de la Dirección de Protección Civil, apoyados por paramédicos de la Cruz roja, utilizando tiempos reales, es decir, al sonar la alarma de incendios.
El llamado se dirigió a las diferentes corporaciones, haciendo el recorrido desde sus bases o puestos de control, aunque el superintendente de la institución, José Luis Martínez Rentería, comentó que al suscitarse un incendio se tiene el equipo humano y técnico para combatirlo en el menor tiempo.
Dentro del Programa para la Prevención de Accidentes, se llevó a cabo un simulacro de incendio y rescate dentro de la planta de Pemex, con el propósito de alcanzar una capacidad de respuesta mejor, tanto del personal como en la coordinación entre instancias de seguridad federales, estatales y del mismo municipio.
A las 12:00 horas inició el simulacro, donde aparentemente se estaba incendiando un tanque de gasolina con capacidad de diez mil barriles, quedando lesionados dos trabajadores en las inmediaciones del estanque, uno más en el área de descarga de la planta y otro atrapado en la superficie de un depósito.
Desde el puesto de control, se activó la alarma, obviamente, disminuyendo los decibeles para no alarmar a la ciudadanía que habita en las colonia aledañas a la empresa, y en ese mismo momento el personal de la institución se dio a la tarea de accionar las bombas de agua y rescatar a los heridos que se encontraban cerca del tanque afectado, mientras se hacía el llamado, telefónicamente, a Protección Civil y demás instancias de auxilio como la Subdirección de Vialidad, Ejercito Mexicano y Cruz Roja.
Los sistemas de inyección de espuma empezaron a funcionar, los cuales llenarían la superficie del deposito incendiado, se activaron los anillos de enfriamiento y expulsores de polvo para el sofocamiento del fuego, y a la vez las pipas que se encontraban en el área de llenado se alejaron del lugar para evitar ser atrapadas por el fuego.
Los elementos de Vialidad cerraron el paso vehicular del bulevar de la Juventud y calles aledañas a la planta; el Ejército Mexicano cubriría el exterior de la empresa y auxiliaría a los vecinos de ese sector, aunque sólo estuvo presente el capitán Miguel Ángel Suastes como representante de la Décima Zona Militar.
A los cinco minutos se rescató al primero de los heridos y a los diez minutos de iniciado el siniestro llegaron tres camionetas de Protección Civil, cuatro máquinas bomberas y la ambulancia de la misma Dirección, apoyando al rescate de la segunda y tercera víctima.
Al ser rescatados los trabajadores, se activaron las boquillas antigel, para proteger los vehículos que se hubieran quedado en la zona de llenado.
A los 14 minutos llegó una ambulancia de la Cruz Roja para trasladar a los lesionados al Hospital General, a donde se dirigieron físicamente para hacer más real el simulacro.
Se utilizó una bomba tipo cañón, máquina que tiene la capacidad de girar 360 grados y expulsar el agua a una elevada presión que abarca aproximadamente 70 metros.
A los 17 minutos llegó otra ambulancia de la Cruz Roja para ver si se había registrado otra persona lesionada o para apoyar al personal y al mismo tiempo se rescataba a un individuo que se quedó atrapado en la superficie de una tanque, a través de maniobras tipo rappel, donde el afectado fue bajado por cables en una camilla.
A los 18 minutos, el comandante líder de la institución dio la señal de que el siniestro había sido controlado.
