Dentro de las observaciones realizadas a las cuentas públicas de los municipios de Canelas, Hidalgo, Canatlán, Peñón Blanco, Súchil, Cuencamé, Mapimí, Santa Clara, San Dimas, Tepehuanes y San Juan de Guadalupe, se constató que en promedio gastan un 30 por ciento en servicios personales que en obra pública y asistencia social.
Cada una de las cuentas antes mencionas tuvo observaciones, marcadas por la Entidad de Auditoría Superior del Estado (EASE), pero ninguna se discutió ante el pleno del Congreso del Estado.
El municipio de Canelas tuvo un ingreso anual de 10.1 millones de pesos, de los cuales 10.58 por ciento se destinó para asistencia social, mientras que en servicios personales como el pago de servidores públicos se gastó un 31 por ciento.
Uno de los municipios que cuenta con poco presupuesto es Hidalgo, que en el ejercicio fiscal de 2004 tuvo siete millones 340 mil pesos y que en las dos administraciones gastó en obra pública un 15.8 por ciento, mientras para gastos personales erogó un 45.5 por ciento.
Canatlán obtuvo un ingreso anual de 37 millones 693 mil pesos, de los cuales un 13 por ciento se utilizó en asistencia social y un 25 por ciento en obra pública. En servicios personales gastó un 33 por ciento del presupuesto.
De 14 millones de pesos que tuvo como ingreso el municipio de Peñón Blanco, tan sólo un 6.07 por ciento fue asignado a la asistencia social; éste es uno de los municipios que menos destinó a programas de combate a la pobreza, siendo los servicios personales uno de los rubros privilegiados, con un 39 por ciento.
Al igual que Peñón Blanco, el municipio de Súchil dedicó sólo el tres por ciento a la asistencia social de los 13.5 millones de pesos que recibió en 2004. De este mismo presupuesto distribuyó a obra pública el 22 por ciento y en gastos personales un 32 por ciento.
Cuencamé, uno de los municipios que recibió menos observaciones, en asistencia social sólo repartió el nueve por ciento, en obra pública 27 por ciento y en servicios personales 29 por ciento; este municipio tuvo un presupuesto de 38.3 millones de pesos.
El Ayuntamiento de Mapimí, de 27 millones de pesos que obtuvo el año pasado, erogó en servicios personales 48 por ciento, un 25 por ciento en obra pública y un 11 por ciento en asistencia social, lo que hace a este municipio uno de los entes que más invirtió en servicios personales.
Santa Clara, de nueve millones de pesos que obtuvo como ingreso anual, destinó un 30 por ciento a servicios personales; se gastó de este presupuesto un 12 por ciento en asistencia social y en obra pública un 19 por ciento.
De los 35.5 millones de pesos que recibió San Dimas, el 40 por ciento lo asignó para servicio personales, el 38 por ciento a obra pública y sólo un cuatro por ciento para asistencia social.
Tepehuanes es el ayuntamiento que menos dedicó a la asistencia social, ya que sólo utilizó un dos por ciento de 21.5 millones de pesos. El gasto primordial del Municipio lo ocupó la obra pública, con 36 por ciento.
Finalmente, otra de las cuentas que, al igual que Cuencamé, se fue ?limpia? en las finanzas, según el análisis que realizaron los diputados de la Comisión de Hacienda, fue la del Municipio de San Juan de Guadalupe, que de diez millones de pesos, 35 por ciento se destinó a servicios personales y un 36 por ciento a obra pública.