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HERMOSILLO, SONORA.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y el Departamento de Investigación Científica y Técnica de la Universidad de Sonora (Dictus), realizarán monitoreos mensuales en el agua del Mar de Cortés.
El delegado de la Profepa en Sonora, Ernesto Munro Palacios, mencionó que ambas instancias determinaron trabajar en forma coordinada en la verificación de las aguas marinas del Mar de Cortés, específicamente entre los municipios de Caborca y Hermosillo.
Comentó que se pretende realizar un monitoreo por mes, para conocer la situación que guardan los ecosistemas marinos de la región, debido a que en últimas fechas se han presentado diversos acontecimientos relacionados con la flora y fauna marina.
Explicó que la inspección mensual en esa zona permitirán también evaluar y determinar, si es posible, con anticipación los fenómenos naturales que podrían presentarse en las aguas marinas comprendidas en esa región.
Recordó que en el litoral del Mar de Cortés, comprendido entre los municipios de Caborca y Hermosillo, ubicados de la región central hacia el noroeste de Sonora, se han venido presentando diversas contingencias ambientales que han afectado el ecosistema marino.
En la bahía de Bahía de San Jorge, ubicada en las costas del Municipio de Caborca, aparecieron varados 28 delfines, así como también murieron varias especies de peces, lo cual fue ocasionado por una intoxicación generada por organismos marinos.
Asimismo, en Bahía de Kino, Municipio de Hermosillo, apareció varada una ballena en la orilla de la playa, y en días pasados se detectó una mancha verde en una superficie marina de 140 kilómetros, que resultó no ser tóxica.
Munro Palacios refirió que a raíz de esos acontecimientos o fenómenos naturales que se han presentado en la zona, especialistas del Departamento de Investigación Científica y Tecnológica de la Universidad de Sonora, propusieron a la Profepa revisar la situación en esa zona cada mes.
Puntualizó que los investigadores del Dictus tomarán muestras del agua de mar y las analizarán en el laboratorio, para conocer el estado que guardan los ecosistemas y determinar con tiempo y hasta donde sea posible cualquier fenómeno natural que podría presentarse.
