AGENCIAS
MÉXICO, DF.- El Centro de la Imagen prepara ya un homenaje póstumo al famoso fotógrafo Walter Reuter, según informes de su yerno Gilberto Chen.
El reconocido fotógrafo alemán, radicado en México y considerado uno de los grandes artistas del siglo XX, falleció el domingo 20 de marzo víctima de una insuficiencia renal, a las 17:20 horas en su casa de Cuernavaca, Morelos.
Reuter, quien el cuatro de enero cumplió 99 años de edad, heredó al pueblo mexicano un vasto acervo fotográfico, en el que las culturas indígenas de nuestro país ocuparon un lugar sobresaliente.
Según el también fotógrafo Gilberto Chen, en las próximas semanas el Centro de la Imagen efectuará un homenaje póstumo a este creador, intención que fue manifestada por Alejandro Castellanos, director de esta institución, quien acompañó a la familia Reuter durante las exequias.
Sobre el acervo fotográfico de Walter Reuter, calculado en más de 120 mil imágenes que revelan la vida cotidiana de más de 20 pueblos indígenas, Gilberto Chen expresó que en este momento lo más importante es continuar con la conservación del material.
Explico que desde hace una década se inició la clasificación del archivo, trabajo que se realizó mediante una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).
En este momento, añadió, el proyecto está detenido por falta de recursos y dada la situación, aún no se ha decidido si se buscará algún apoyo para su continuidad o si venderá el acervo; existe incluso la idea de hacer una publicación. ?Todo es muy reciente y habrá que tener calma para tomar la elección adecuada. Por el momento la familia piensa conservar el archivo?.
Walter Reuter fue miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Nació en Berlín, Alemania, el cuatro de enero de 1906. A causa de su precaria situación económica sólo asistió durante dos años a la escuela. A los 14 años aprendió en una imprenta su primer oficio: el fotograbado.
En muchas ocasiones el fotógrafo rememoraba que en su casa sólo había dos libros: la Biblia y un manual militar, y por ello su verdadera escuela fue el movimiento llamado Juventudes Autónomas de Alemania, que convocaba a jóvenes de los barrios y las escuelas para hacer excursiones, leer poesía, participar en coros y representar obras de teatro. En este grupo, Reuter desarrolló su interés por todas las expresiones del arte.
En 1929, al trabajar como litógrafo, formó parte del sindicato y organizó una protesta porque el presidente de la policía de Berlín prohibió las manifestaciones públicas de los obreros.
A causa de su activismo político fue despedido del trabajo y su nombre apareció en la lista negra del Partido Nazi. En 1930 compró su primera cámara con la idea de tomar fotos comerciales para sobrevivir. Trabajó para el periódico Ilustrado Obrero, una de las mayores publicaciones de izquierda de su país. Este hecho provocó que en 1933 fuera perseguido por los nazis y por esta causa emigró a España.
Tras el golpe de Estado de Franco en 1936, Walter se enroló en la milicia andaluza y combatió con la Juventud Socialista Unificada. Poco después decidió hacerlo también desde la trinchera del periodismo y, arriesgando la vida, envió fotos como corresponsal a la agencia Black Star en Nueva York y Londres.
Con la victoria del franquismo se vio obligado a huir a Francia de donde, en 1939, fue enviado a un campo de concentración. Reuter logró escapar y huyó hacia Casablanca donde tenía varios amigos judíos. Pero al poco tiempo esta región fue ocupada por los franceses y nuevamente fue capturado y enviado como prisionero al Desierto del Sahara para trabajar en la construcción del ferrocarril.
En 1942 se escapó del campo de concentración en el desierto y desde Casablanca abordó un barco portugués que llegó al puerto de Veracruz, en México. Desde entonces retomó su carrera como fotógrafo colaborando para innumerables publicaciones. Su nombre comenzó a conocerse en la escena internacional y su fama como artista y luchador social lo colocaron entre las personalidades más notables del siglo XX.
Walter Reuter es considerado el introductor en México del periodismo gráfico moderno y su legado ha inspirado la labor de la nueva generación de fotoperiodistas.
