Agencias
Bagdad, Irak.- El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, rechazó ayer fijar una fecha de salida para las tropas de su país en Irak y en cambio lanzó una fuerte advertencia a Siria contra sus supuestas injerencias en esa nación y en Líbano.
En una rueda de prensa conjunta con el presidente de Irak, Yalal Talabani, con quien se reunió ayer durante una hora en la Casa Blanca, Bush aseguró que Siria se arriesga a quedar aislada en la comunidad internacional debido a su inacción contra los combatiente extranjeros que quieren pasar hacia Irak.
El gobernante, quien inmediatamente después de la rueda de prensa viajó a Nueva York para asistir a la cumbre de la ONU que comienza mañana, aseguró que ?el Gobierno sirio va a quedar cada vez más aislado como resultado de dos cosas?.
Detienen a líder de terrorista
Por otra parte, ayer se informó que las tropas estadounidenses detuvieron a un dirigente de Al Qaeda en la ciudad de Hadiza (250 kilómetros al noroeste de Bagdad), además de 78 sospechosos de actividades terroristas en la ofensiva militar contra Tal Afar.
Según un comunicado militar estadounidense, el dirigente de Al Qaeda, cuya identidad ni nacionalidad no se especifica, estaba escondido en una vivienda de Hadiza, en el centro de la provincia suní de Al Anbar, y cayó preso en el curso de una redada.
Para reducirlo, primero un helicóptero militar disparó contra la vivienda donde se ocultaba y mató a cuatro de sus guardaespaldas.
Otro comunicado asegura que 78 sospechosos de actividades terroristas han sido detenidos en las últimas horas en Tal Afar, en el marco de la ofensiva militar que comenzó en la madrugada de ayer.
Además se reportó, que al menos cinco iraquíes murieron y tres resultaron heridos en distintos ataques llevados a cabo por pistoleros en diferentes zonas de Bagdad, informaron fuentes del Ministerio de Interior.
Las fuertes añadieron que entre los muertos se encuentra el oficial Muhamad Qadeb Jerbit al Musawi, funcionario de la oficina del Consejero del ministro del Interior.
Qadeb fue asaltado por un grupo de hombres armados cerca de la mezquita al Fayad, en el barrio al Bunuk, en el norte de la capital.