AP
VIENA, AUSTRIA.- Irán restringió severamente el acceso de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) a una presunta instalación militar a fines del año pasado y rechazó una nueva solicitud para volverla a visitar, afirmó ayer un funcionario de la agencia.
Pierre Goldschmidt, subsecretario general de la OIEA -organismo perteneciente a las Naciones Unidas-, también dijo al panel de la agencia que Irán continúa construyendo un reactor de agua densa en la ciudad de Arak, el cual puede producir plutonio, a pesar de las solicitudes del organismo para que suspenda esa construcción.
Indicó además que los iraníes bloquearon investigaciones posteriores de la agencia sobre la adquisición de equipo que podría emplearse para un programa de armamento, al negarle a expertos de la OIEA más información sobre el equipo y su ubicación actual.
Los comentarios forman parte de una breve actualización de Goldschmidt sobre los antecedentes nucleares de Irán después de más de dos años de análisis por parte de la agencia, que siguieron a la revelación de que el país llevaba casi dos décadas desarrollando actividades clandestinas, las cuales provocaron temores sobre un posible intento de fabricar armas atómicas.
El comunicado de cinco páginas de Goldschmidt también criticó a Irán por los retrasos para informar a la agencia sobre la construcción de túneles para almacenar componentes nucleares en la ciudad central de Isfahán y por fallas de su compromiso para congelar totalmente todas las actividades relacionadas al enriquecimiento de uranio.
Goldschmidt también esbozó en detalle cómo recibió Irán la primera oferta de equipo y conocimientos para el enriquecimiento de uranio por parte del mercado negro en 1987.
Aunque Teherán afirma que sólo desea la tecnología de enriquecimiento para generar energía eléctrica, Washington argumenta que quiere hacer eso sólo porque el proceso también puede producir material útil para desarrollar ojivas nucleares.
Irán ha suspendido las labores de su programa de enriquecimiento mientras está en conversaciones con Francia, Alemania y Gran Bretaña. Sin embargo, en repetidas ocasiones ha dicho que la suspensión es a corto plazo.
