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FLORIDA, EU.- La Corte Suprema se negó ayer a considerar un pedido de los padres de una paciente en estado vegetativo para que intervenga y obligue a que se reinserte la sonda alimentaria que mantiene viva a su hija.
Sin embargo, los partidarios de los padres insistían con gestiones ante tribunales en la Florida.
Terry Schiavo, de 41 años, ha estado incapacitada desde 1990, cuando sufrió un ataque cardíaco y daños al cerebro. Los padres de la mujer quieren mantenerla viva, contra los deseos del esposo, quien según las leyes estadounidenses tiene potestad sobre ella y que ha dicho que ella jamás querría vivir así.
El esposo de Terry Schiavo, Michael Schiavo, había pedido al máximo tribunal que se abstenga del caso, arguyendo que el asunto ha sido litigado excesivamente. Esta fue por lo menos la quinta vez en que la Corte Suprema se niega a intervenir en el caso.
Entretanto, un juez del estado de Florida se negó a considerar la petición del gobernador Jeb Bush de que se le dé la custodia legal sobre Terry Schiavo.
La apelación presentada por los padres, Bob y Mary Schindler, formó parte de una intensa serie de gestiones legales en la lucha por mantener viva a la paciente.
Los padres han tratado frenéticamente de que le sea reinsertada a su hija la sonda alimentaria que le fue retirada hace seis días. Los médicos han dicho que, sin la sonda, la paciente de 41 años morirá probablemente en una o dos semanas.
“No nos quedan más opciones legislativas y legales”, dijo el padre Patrick Mahoney, allegado a la familia Schindler, tras conocerse la decisión de la Corte Suprema.
Los Schindler presentaron su demanda ante el máximo tribunal en la noche del miércoles, pocas horas después que un tribunal federal de apelaciones rehusó ordenar la reinserción de la sonda alimentaria, y la legislatura estatal de Florida decidió no intervenir en el caso.
Los abogados del esposo dijeron en los documentos presentados ante la Corte Suprema que Terry Schiavo desearía morir, y que el Congreso violó la Constitución cuando aprobó una Ley que permitió a un tribunal federal considerar el caso, porque esa iniciativa trató de revocar dictámenes de tribunales estatales en favor de Michael Schiavo.
Unos 20 manifestantes se congregaron ayer frente al hospicio, con carteles que proclamaban “Asesinato auspiciado por el Estado” y “La muerte de hambre es un castigo cruel y desusado”.
El caso ha suscitado un intenso debate en este país sobre la eutanasia. Los sectores cristianos conservadores, de creciente influencia política y quienes se oponen a la eutanasia bajo toda circunstancia, han apoyado las gestiones de los padres de Schiavo. Sectores laicos señalan que el asunto debe ser decidido por los tribunales, que han manifestado reiteradamente que se debe respetar los deseos del esposo de Terry Schiavo debido a que él tiene potestad sobre su esposa.