Siria ha calificado de "parcial y alejado de la realidad" el "informe Mehlis" que involucra a altos oficiales sirios y libaneses en el atentado contra Rafic Hariri.
DAMASCO (AP).-Siria, un país cada vez más aislado, rechazó el viernes como falso, poco profesional y politizado un informe de la ONU "informe Mehlis" que acusó a Damasco de aprobar el asesinato del ex ministro libanés Rafik Hariri.
El documento colocó virtualmente a Siria camino a un enfrentamiento con el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia han estado alentando sanciones económicas para el régimen del presidente Bashar Assad.
Aunque los descubrimientos de la ONU no implican de manera directa a Assad, el informe cita un reporte de un testigo que dijo que Assef Shawkat -cuñado de Assad y jefe de inteligencia militar de Siria- obligó a un hombre a grabar una cinta atribuyéndose a responsabilidad del asesinato de Hariri 15 días antes de que sucedió.
Hariri había discutido con los caciques sirios del país y dimitió en octubre del 2004, un mes después que Siria impuso un cambio en las leyes del Líbano para extender el término del presidente Emile Lahoud.
Lahoud, en tanto, negó la aseveración de la ONU de que fue uno de los dos funcionarios claves que recibieron una llamada telefónica minutos antes de la matanza.
El ministro de Información sirio Mahdi Dajlalla dijo que el informe era "una declaración política en contra de Siria".
El informe se basó en testigos "que son bien conocidos por su posición antisiria", manifestó la oficina de Dajlalla, y consideró que la investigación de la ONU carecía de evidencias fuertes y estaba fundamentado principalmente en "chismes".
Pero Michel Kilo, un escritor y analista político sirio que frecuentemente critica al gobierno de Siria, pidió a las autoridades del país que muestren hechos que contrarresten las evidencias del informe.
Si bien el informe tiene algunas brechas, "estoy convencido de que fue profesional", declaró Kilo.
El informe de la investigación de la ONU, presentado al Consejo de Seguridad el jueves en la noche, implica a prominentes funcionarios sirios y libaneses en el asesinato de Hariri del 14 de febrero. El ex primer ministro murió en un ataque dinamitero en Beirut, en el que también fallecieron otras 20 personas.
La investigación ordenada por el Consejo de Seguridad el 8 de abril fue extendida por segunda vez por el secretario general de la ONU Kofi Annan hasta el 15 de diciembre.
El primer ministro libanés Fuad Saniora, respaldado por la familia Hariri y la mayoría antisiria en el parlamento, se negó a comentar de inmediato el informe. Dijo que quería leerlo antes de reunir al gabinete para que lo analizara.