Propone la nueva normativa a la religión como asignatura voluntaria.
EL UNIVERSAL-AEE
MADRID, ESPAÑA.- Cientos de miles de personas salieron ayer a las calles de Madrid para protestar por la reforma del sistema educativo emprendida por el Gobierno socialista que preside José Luis Rodríguez Zapatero.
La marcha partió de la fuente de Neptuno del centro de la ciudad y recorrió el paseo del Prado para pasar por la fuente de la diosa Cibeles y concluir en la Puerta de Alcalá, donde se celebró un mitin.
En la convocatoria participaron alrededor de un millón y medio de personas, según el Gobierno regional de Madrid, dos millones, según los convocantes, mientras la Policía Nacional cifró la asistencia en 407 mil personas.
La protesta fue convocada por una decena de organizaciones entre las que figuró el Foro de la Familia, la Confederación Católica de Padres (Concapa) y la patronal de la enseñanza (Cece).
Entre los grupos que se han adherido destaca la Federación de Religiosos de la Enseñanza de España, que agrupa a más de dos mil colegios religiosos de todo el país.
Además, en la marcha participaron varios obispos españoles y dirigentes del conservador Partido Popular (PP), el principal de la Oposición, como su secretario general, Ángel Acebes, la presidenta regional de Madrid, Esperanza Aguirre, y el portavoz del partido en el Congreso, Eduardo Zaplana.
Los convocantes, que aseguraron contar con el apoyo de cientos de asociaciones de España, Europa y América Latina, rechazan la denominada Ley Orgánica de Educación (LOE), reforma educativa aprobada por el Gobierno y que actualmente se tramita en el Parlamento.
Entre otras medidas, la nueva normativa mantiene a la religión como asignatura voluntaria para los alumnos y no computable a efectos académicos, algo que rechazan estas organizaciones y la prohibición a los estudiantes que reprueben más de tres materias a avanzar al siguiente grado escolar. El índice de abandono de los estudios en algunas de las secundarias españolas es de hasta el 30 por ciento.
Durante una conferencia de prensa antes de la marcha, la ministra de Educación María Jesús San Segundo dijo que la Ley impulsa al país hacia un mejor futuro y busca incluir a todos.
Pero los católicos y los políticos de Oposición dijeron que la legislación permitiría el descenso en los estándares educativos. El opositor Partido Popular, de corte conservador, y la Iglesia Católica insisten en que las clases de catolicismo sean obligatorias.
Cientos de niños en edad escolar saltaban durante la protesta, al tiempo que coreaban: ?no quiero ser educado por Zapatero? (el presidente de Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero), además que se coreó su dimisión.