EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Porque les causaría un grave daño económico con riesgo de descapitalización, expendedores de gasolina en la Comarca Lagunera rechazarán la disposición de la Secretaría de Hacienda para hacer obligatorio el pago de combustibles con medios electrónicos para efectos de deducción fiscal.
Rodolfo González Veyán, presidente de la Unión de Expendedores de Gasolina de la Comarca Lagunera, considera que las condiciones no están dadas, ni en lo económico ni tecnológico para dar este paso, que únicamente beneficia a la Secretaría de Hacienda, a los bancos y en contraparte, “sacrifica” a miles de empresarios de este ramo.
Aunque lo proyectaba para el primero de septiembre próximo, la Secretaría de Hacienda decidió aplicar hasta enero de 2006 esta medida y manejarlo como una especie de prórroga mientras las empresas gasolineras están listas con la tecnología necesaria para recibir tanto tarjetas de crédito como cheques en los pagos por combustible.
La disposición fiscal aprobada el año pasado, prevé que únicamente se podrá deducir la compra de gasolina, cuando se pague con cheque nominativo o con tarjeta de crédito.
Y es que para efectos de control fiscal y poder hacer efectiva la deducibilidad en los gastos que hagan tanto las empresas como las personas físicas en las compras de gasolina, se requiere establecer un sistema conocido como Terminal Punto de Venta (TPV), algo parecido a una “bauchera”.
Para los expendedores de gasolina en el país, con esta imposición, la línea es “perder-perder”, ya que sus niveles de ganancia desaparecerán, primero por las comisiones que aplican los bancos y después por el hecho de que si se aceptan cheques, nada garantiza que éstos no “reboten”, según la Organización Nacional de Expendedores de Combustibles, (Onexpo).
A nivel local, los distribuidores se solidarizan con esta postura, pero según González Veyán, en todo caso, una posible base de negociación con la Secretaría de Hacienda y con los bancos, sería que éstos disminuyan los porcentajes de cobros en sus comisiones bancarias y que la dependencia federal acepte como pago de impuestos, los cheques que resulten con carencia de fondos y “para que ella los cobre”.
Existe una total inequidad y visión muy corta en esta decisión de la Secretaría de Hacienda, que de ninguna forma se aceptará, expresa González Veyán y para ello se apoyarán en organizaciones de expendedores de gasolina que existen a nivel nacional.
Explica que por ejemplo en la compra de cien pesos de gasolina en efectivo no existe ningún problema, pero si se hace obligatorio el pago de gasolina con cheque o con tarjeta de crédito para aquellos contribuyentes que les interese deducir el gasto, es donde aparece la complicación.
Y es que por ejemplo, de pagar cien pesos con tarjeta de crédito, aun cuando los bancos instalen gratuitamente las baucheras o la TPV, el banco cobrará su cuatro por ciento, que vendrían a ser cuatro pesos, más el 15 por ciento sobre esos cuatro pesos.
Para autorizar el pago con tarjeta de crédito, la verificación automática de ésta se hace en los aparatos mencionados, que es el equivalente a una llamada telefónica automática que cuesta dos pesos más el IVA sobre esos dos pesos.
Si se considera que el nivel de utilidad promedio sobre una venta de cien pesos es para un negocio de gasolina, estimado en 5.80 por ciento, significa que “le salimos poniendo”.
Son pocos los clientes que le ponen 300 ó 500 pesos de gasolina al vehículo, el promedio es de 100 a 200 pesos, de ahí que la utilidad no es mucha como para dejarla en llamadas o en pago de comisiones a los bancos.
Crisis
Una mala situación económica atraviesan los distribuidores de gasolina en la Comarca Lagunera, ya que aseguran que de enero a la fecha, las ventas han caído en alrededor de un 15 por ciento.
Rodolfo González Veyán, presidente de la Unión de Expendedores de Gasolina en la Comarca Lagunera, lo atribuye a una difícil situación económica que se registra actualmente, por lo que los automovilistas cargan menos combustible y hacen menos uso del automóvil.
Señala que otro factor es la gran cantidad de gasolineras que se han abierto en la región, aprobadas sin ningún problema y con una proximidad extrema una de la otra.
No sabe por qué se autorizan tantos de estos negocios que son surtidos en su totalidad por Petróleos Mexicanos, el hecho es que se ha generado ya una saturación.
Son un total de 110 las empresas afiliadas a la Unión de Expendedores de Gasolina en la Comarca Lagunera, pero la realidad es que operan cerca de 150.
González Veyán dice desconocer el volumen de litros de gasolina que se expende en las estaciones de servicio afiliadas, ya que “se trata de datos que se reservan los afiliados, sin embargo sí afirman que tienen una baja sensible en las ventas”.
