Un plebiscito hubiera retrasado o incluso quizás impedido la retirada, que ha sido programada para mediados de año.
Jerusalén, (EFE).- El primer ministro israelí, Ariel Sharon, consiguió "enterrar" hoy, lunes, en el Parlamento una propuesta de referéndum sobre la evacuación de Gaza con la que la extrema derecha trataba de torpedear dicha iniciativa.
Por 72 votos en contra, 39 a favor, y 3 abstenciones, el Parlamento israelí rechazó un proyecto de ley para convocar una consulta sobre el llamado "Plan de Desconexión" de la franja de Gaza, cuya aplicación está prevista para el 25 de julio.
"Esperemos que ahora el pueblo de Israel, el pueblo palestino y el mundo entero entiendan el mensaje de que Israel va hacia (la aplicación) de un plan histórico", dijo satisfecho el viceprimer ministro israelí, Ehud Olmert, después de la votación.
Durante el debate que le precedió, el primer ministro no logró ocultar su preocupación, ante el temor de que se produjera una fuga de votos en el último momento.
Sharon había llegado al Parlamento confiado en que sus intensos contactos políticos estos últimos días darían sus frutos.
En particular, esos frutos se basaban en las promesas de destinar una partida presupuestaria de 700 millones de shékels (unos 160 millones de dólares) para asuntos de gran relevancia para el electorado del partido anticlerical Shinui, como por ejemplo dotar de mayor presupuesto a las universidades.
Esa partida presupuestaria, que en círculos políticos ha sido calificada de "soborno", fue prometida por Sharón el viernes a cambio de los 14 votos del Shinui, que es la tercera agrupación parlamentaria en Israel.
El primer ministro decidió con ella atar todos los cabos sueltos con vistas a un proyecto de ley que podría haber tenido un impacto dramático para la aplicación del plan de evacuación de Gaza.
Como régimen parlamentario unicameral, la ley de Israel no contemplan la celebración de referendos, por lo que todo el proceso de consulta popular habría durado meses cuando sólo faltan menos de 120 días para la retirada de los 21 asentamientos en Gaza y de otros 4 en el norte de Cisjordania.
Entorpecer el proceso era precisamente el objetivo de los diputados que propusieron el proyecto de ley, los así llamados "rebeldes" del partido Likud -partido que preside Sharón- y los de la extrema derecha de la coalición Unión Nacional-Israel Beitenu y del Partido Religioso Nacional.
A favor de convocar un referéndum, votaron también tres de los máximos dirigentes del Likud -el ministro de Exteriores y viceprimer ministro, Silván Shalom; el titular de Finanzas, Benjamín Netanyahu, y la de Educación, Limor Livnat- lo que pone de manifiesto la grave crisis que atraviesa ese partido a raíz de la evacuación.
"Hoy se ha perdido la oportunidad histórica de evitar un cisma en el pueblo de Israel", subrayó Netanyahu al expresar su decepción.
A juicio de los analistas, Sharon se ha deshecho hoy del penúltimo obstáculo político-jurídico para aplicar su plan de evacuación, restándole únicamente la prueba de los presupuestos generales del Estado, que se votarán el próximo día 31.
En un sesión en teoría dramática -porque de perderla Sharon deberá convocar elecciones anticipadas-, no se esperan sorpresas y el Gobierno cuenta con el apoyo de al menos 67 diputados.
Se trata de 27 diputados del Likud, 20 del Partido Laborista, 14 de Shinui, 5 de los ultraortodoxos Agudat Israel y Deguel Hatorá, y 1 parlamentario independiente.
La concesión presupuestaria a las partidas más reclamadas por Shinui, ex socio de Sharón en el gobierno hasta hace sólo cuatro meses, será también un elemento decisivo en la votación de los Presupuestos Generales, ya que los catorce diputados de este partido servirán de contrapeso a los trece rebeldes del Likud.
Estos últimos, así como la derecha más radical, ya han declarado que su objetivo es derribar al primer ministro para torpedear el plan de evacuación de Gaza.
"Sharón habrá conseguido enterrar el referéndum, pero no me cabe la menor duda de que al final también conseguiremos enterrar su plan de desconexión", aseguró el diputado ultraderechista Tzvi Hendel.
Pero tras la votación de hoy, un nuevo proyecto de ley para convocar un referéndum sólo puede ser presentado dentro de seis meses, por lo que a la derecha le quedan únicamente las actividades de oposición en el terreno.
"Tenemos la plena esperanza de que una oposición firme de la ciudadanía decida, finalmente, el destino de nuestros hogares", manifestó el Consejo de asentamientos judíos en un comunicado a la prensa.