Alicia Hernández Rodríguez, madre de la niña especial Perlita, el pasado 26 de septiembre, a través de El Siglo de Durango, se refirió a la difícil situación económica que le impedía dar la rehabilitación que requería su pequeña hija que en la actualidad cuenta con siete años de edad al haber nacido con la enfermedad denominada mielomelingocele.
En esa fecha, Alicia manifestó que al nacer Perlita solicitó el apoyo de algunas instituciones de asistencia social, específicamente el DIF Estatal, para poderle colocar a la menor una válvula en su cabeza pero nunca se atendió al llamado; por el contrario, de manera grosera, al acudir a esta dependencia hace tres años a plantear la solicitud de apoyo, una trabajadora de la institución le respondió que estaba joven y que se pusiera a trabajar.
Ante la falta de respuesta de la dependencia se resignó a no proveerle a la pequeña de una mejor calidad de vida, ya que aparte de Perlita tiene que atender y mantener a cuatro hijos más que todavía son menores de edad.
Sin embargo, el llamado a las autoridades tuvo respuesta y funcionarios del DIF Estatal acudieron al domicilio de Alicia Hernández que se ubica en la colonia San Miguel, a fin de apoyar la rehabilitación de Perlita y con la realización de algunos estudios que requiere.
Señaló que sí la están apoyando, ya le realizaron algunos estudios, el costo total lo está absorbiendo el DIF Estatal y recibe atención médica y terapia en el Hospital General.
En la actualidad Perlita ya recibe la atención que necesita; sin embargo, Alicia Hernández Rodríguez señaló que existe un inconveniente en el traslado de la menor hasta el nosocomio, ya que no puede llevarla en el autobús de ruta, por lo que tiene que contratar los servicios de un taxi, lo cual representa un gasto importante.
En el DIF le manifestaron que no podían apoyarla con dinero para el traslado de la niña, pero le sugirieron que buscara un lugar más cercano para que su hija pueda recibir la atención que necesita.
Este apoyo para Perlita representa un gran aliciente para que tenga una mejor calidad de vida, ya que según lo expresado por su mamá, el carácter de la menor ha cambiado de manera importante: ahora sonríe con mayor frecuencia y se nota un cambio de actitud en su semblante al convivir con niños que tienen una enfermedad similar a la de ella.
La ayuda que recibe de instituciones como el DIF Estatal representa, además de un apoyo para mejorar su salud, la posibilidad de integrarse a una vida plena al convivir con otros niños que tienen algún padecimiento y que luchan por una vida mejor.
