Los fanaticos de RBD arman un escándalo en el aeropuerto al ver a sus ídolos.
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- ?¡¡¡Ya llegó el aviónnnn!!! ¡¡ahí vienen!!?. Los dos guardias que vigilaban la puerta de las llegadas nacionales no se daban abasto; para donde quiera que voltearan había niños, niñas y adultos aventándose y esperando que aparecieran Dulce María, Anahí, Maite, Christopher, Alfonso y Christian.
?Tienen que salir por aquí, solamente salen por atrás las personas que vienen en vuelo privado?, respondían los uniformados ante la pregunta insistente de algunas fans que querían saber si tendrían oportunidad de ver aunque sea unos segundos a sus ídolos.
Hace mucho que no se veía tanto movimiento en el Aeropuerto Internacional de Torreón como el que se presentó la tarde de ayer. Poco más de cien personas se dieron cita en la terminal aérea con cámaras fotográficas, de video y algunos cuadernos en los que ilusamente pretendían que los integrantes de RBD les dieran un autógrafo. Ese momento nunca llegó.
Los artistas arribaron en punto de las 17:40 horas, en el vuelo número 202 procedente de la capital del país.
Unos monjes budistas, rapados totalmente y con sus tradicionales túnicas veían sonrientes la escena. Algunas personas que esperaban a familiares preguntaban intrigados a quiénes iban a recibir, ?!a los de RBD!?, gritaban los fans.
?Yo estoy aquí desde las cinco de la tarde, ya había gente, pero ahorita en menos de diez minutos se juntó muchísimo más?, platicó Cecy Reyes, quien acudió junto con sus sobrinas.
Finalmente, faltando diez minutos para las seis de la tarde, los pasajeros comenzaron a entrar a la sala de arribo. Los gritos no se hicieron esperar: ?¡son Anahí y Dulce María!?, decían incrédulos los de adelante al ver que las chicas se dirigían al baño.
Pero los alaridos se intensificaron cuando a lo lejos se distinguieron las siluetas de Christopher y Alfonso Herrera. Para ese momento los guardias ya no podían controlar a los fans, quienes cual manada, estaban dejándose ir hacia la puerta para llegar a ellos.
De pronto, del interior salió un hombre robusto, moreno, y alto. Era Juan Manuel Puente, uno de los representantes, quien viendo el desorden se acercó a la gente para pedirles calma.
?Les pido por favor que no se avienten, los vamos a sacar por aquí pero les pido que se controlen, que no los avienten... ahorita les voy a decir a los muchachos que se asomen para que les tomen algunas fotografías?... y lo hicieron.
Los seis elementos del grupo se detuvieron detrás de la puerta para que sus seguidores los pudieran ver. Christopher sólo atinó a sonreír tímidamente, saludar y ver la escena. El resto de sus compañeros hicieron exactamente lo mismo, Alfonso Herrera fue el único que atinó a decir con una voz casi imperceptible ?gracias por venir?.
Luego de unos momentos fueron retirados por el manager, esa fue la última vez que la gente los pudo ver, pues aunque mucho se había asegurado que sí saldrían por la puerta principal de la terminal aérea, fueron sacados por atrás, provocando que chicos y grandes salieran a su encuentro por el estacionamiento sin medir las consecuencias.
Y es que algunos niños y adolescentes en cuanto vieron que la camioneta partía rumbo al hotel, corrieron a la carretera sin darse cuenta de la alta velocidad con la que circulan los automóviles en esa zona. Afortunadamente la situación no pasó a mayores y los ?rebeldes? laguneros se ?quedaron en silencio? y con las ganas de ver a sus ídolos por lo menos ?cinco minutos?.
Se dan a desear.
Luego de ser sacados por la parte trasera del Aeropuerto, los ?rebeldes? artistas fueron llevados en una camioneta color guinda al hotel donde se hospedaron, donde tampoco atendieron a la prensa ni tuvieron acercamiento con sus fans.
-A su llegada ya había decenas de jóvenes esperándolos, algunos de ellos vistiendo la ya ?tradicional? corbata.
-Dos patrullas de la policía resguardaban el lugar.
-Los empleados del hotel impidieron el paso a la prensa y a los fanáticos, sin faltar el guardia de seguridad que se portó prepotente y de manera descortés.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón