EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Por causas naturales, perdió la vida un mesero que la mañana del miércoles 16 de marzo se empezó a sentir mal y fue hasta las 21:30 horas, cuando requirió el apoyo de la Cruz Roja. La esposa del finado se molestó con el personal de la Benemérita institución.
En el Servicio Médico Forense de la Subprocuraduría de Justicia, se dio a conocer que Fernando Adame Morón de 47 años, falleció de una insuficiencia cardiocoronaria, arteroesclerosis, y viligio. El hombre vivía en la calle Emiliano Zapata 2858 de la colonia Ricardo Flores Magón.
Aurora López Tabares, esposa del extinto mesero, dijo que cuando llamó a la Cruz Roja en la noche del miércoles, los paramédicos revisaron el estado de salud de Fernando Adame y recomendaron que con calma lo llevaran al hospital al día siguiente.
Fue a las 7:00 horas cuando la familia de Adame Morón se dio cuenta que no presentaba signos vitales y llamaron a la Cruz Roja para que lo revisara de nueva cuenta, confirmando su muerte y realizando su traslado para el anfiteatro de la Subprocuraduría de Justicia.
Desconcertada por la muerte de su esposo, Aurora López explicó que desde la mañana del miércoles, Fernando se quejaba de un fuerte dolor en las piernas y que incluso no las podía mover, motivo por el cual optaron por colocarlo en un sillón.
Ya más tarde, Aurora acudió con un doctor en su misma colonia da consultas médicas por 20 pesos y le pidió de favor que fuera a su casa a revisar a Fernando. El médico le dijo que por las consultas domiciliarias se cobraban 100 pesos.
La mujer señaló que por el trabajo de su esposo, su ganancia es al día y que el miércoles le tocaba descanso, por lo cual no contaba con el dinero requerido, pero la explicación no fue convincente para el galeno. La viuda se reservó el derecho para actuar penalmente contra quien resulte responsable.
Enfrentan molestias
Personal de la Cruz Roja informó en relación a la muerte de Fernando Adame Morón, que la noche del miércoles 16 de marzo, lo revisaron y no presentaba síntomas de gravedad, quedando de conformidad para que fuera revisado por un médico al día siguiente.
Fue la mañana del jueves 17 de marzo, cuando al acudir al nuevo llamado de la familia de Adame Morón, los socorristas fueron mal recibidos por los allegados del finado que molestos, culpaban a la Cruz Roja de la muerte del mesero.
Para evitar un conflicto con la familia dolida, el personal de la Cruz Roja se ofreció para trasladar el cuerpo a la Subprocuraduría de Justicia, donde se practicó la necropsia de Ley y dio fe de los hechos el agente del Ministerio Público.