El Sindicato de Choferes de la CTM reconoce como grave el problema de la adicción a drogas por parte de un importante número de trabajadores del volante.
?Sí tenemos el problema de las adicciones entre compañeros de la organización. Yo no puedo negar que tengamos gente que ande trabajando en malas condiciones. Precisamente por ello avalamos las acciones de vigilancia de la autoridad en contra de estos malos elementos?, declaró Javier Covarrubias Vázquez, dirigente sindical.
Dijo que por la magnitud del problema y porque sabe que existe incluso dentro de sus filas, el gremio choferil cetemista respalda los operativos antidoping que empezó a realizar la Dirección General de Transportes del Estado (DGTE).
Según lo dio a conocer en días pasados el titular de Transportes, Rosauro Meza Sifuentes, seis choferes de ruta urbana resultaron positivo en los primeros 100 exámenes antidoping que realizó la dependencia en la primera semana de mayo.
Al respecto, Covarrubias dijo: ?nosotros no pedimos el operativo, porque es jurisdicción de Transportes. Pero sí estamos de acuerdo con la realización de exámenes antidoping pues nos interesa que nuestra gente cumpla con el requisito de no trabajar bajo los efectos de alguna droga?.
El líder estatal de los concesionarios y trabajadores del volante adheridos a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) no sólo avaló la intervención de la Dirección de Transportes en este sentido, sino aparte aclaró que se debe aplicar la ley a quien resulte positivo, así se trate de la propia organización cetemista.
Aclaró que la única solicitud del sindicato choferil de la CTM gira en torno a que los infractores primerizos sean tratados con una amonestación, pero sin que se les cancele en definitiva su licencia de servicio público; y que en cambio sí se aplique con rigurosidad la Ley del Transporte contra los reincidentes.
?Todos están conscientes de que, si los llegan a interceptar con algún enervante en su físico tendrán que soportar las consecuencias de lo mismo, y ya varios de ellos están suspendidos por parte de la autoridad?, dijo.
-¿... Y qué tan grave cree que pueda llegar a ser este problema?-, se le inquirió.
?¡Gravísimo! No sólo en el servicio público, sino también en el servicio particular, pues cualquier persona que ande drogada al momento que le estalle la droga en el cerebro pues pierde todo conocimiento y puede provocar una masacre en la vía pública?.
No pueden evitar distribución
El líder de la organización de transportistas de la CTM, Javier Covarrubias Vázquez, consideró prácticamente imposible que los operadores de taxis y ecotaxis puedan evitar o contrarrestar la posible distribución de dosis de droga a través de sus unidades, porque no está dentro de sus facultades revisar las pertenencias o las actividades que realizan los usuarios del transporte.
Sin embargo, Covarrubias no descartó la posibilidad de que gente dedicada al narcomenudeo aborde vehículos de alquiler para realizar sus ?negocios?. Lo cual, acentuó, no puede ser evitado, ya que el chofer se dedica al trabajo de transportar a cuanto pasaje aborde la unidad.
?No está en nuestras manos interceptar ese tipo de negocios. Pero sí tal vez existe, aunque es temerario pensar o decir que algún compañero o permisionario señale una situación así ante autoridades federales?, concluyó.
Hizo un llamado a sus agremiados para que no se involucren en ese tipo de anomalías porque es un delito federal muy penado por las leyes, que ?no tendría ningún saque definitivamente?.
