EL PAÍS
WASHINGTON, EU.- Los brotes de violencia contra la invasión de EU se encuentran en el mismo nivel que hace un año. La actividad de lo que el Pentágono denomina “la insurgencia” es la misma y cuenta con un número similar o mayor de seguidores.
A esta valoración pesimista se une el informe anual sobre terrorismo internacional que publica el Departamento de Estado y que recoge, por primera vez en varios años, un gran incremento de las actividades terroristas por todo el planeta. Aunque en término bélicos “estamos ganando”, el todavía jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor, el general Richard Myers, ha reconocido que la resistencia iraquí está “más o menos donde estaba hace un año”, con un número de ataques diarios que oscila entre 50 y 60.
Esa media parece haberse incrementado en las últimas semanas. Aunque Myers insiste en que el número de atentados no es un buen baremo para medir el nivel de resistencia, “creo que su capacidad es más o menos la misma que la de hace un año”, como lo es también el número de incidentes: “Los números cambian cada semana, y un mes es diferente de otro”, dijo Myers, “pero si lo analizas con la perspectiva del tiempo desde mayo de 2003, ésa es la conclusión que se obtiene”.
A su lado, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, usaba una lógica sensiblemente distinta: “buena parte de nuestros esfuerzos ya no están centrados en la “contrainsurgencia”. Así que puede decirse que si el nivel de ataques es más o menos el mismo, entonces la insurgencia será menor porque les dedicamos menos atención”, explicó el jefe del Pentágono.
“EU y las fuerzas de la Coalición”, concluyó después el secretario de Defensa, “no serán quienes venzan a la insurgencia, desde mi punto de vista”. Esa labor, según él, corresponde a las nuevas fuerzas de seguridad iraquíes. “Serán los iraquíes los que tendrán que vencer a la insurgencia”, dijo Rumsfeld. La comparecencia de Myers y Rumsfeld parecía diseñada a propósito para reducir la corriente de optimismo que difundió el Gobierno estadounidense tras las elecciones en ese país.
Trece mil soldados estadounidenses permanecen destinados indefinidamente en Irak para un conflicto que ya casi ha provocado mil 600 bajas en su Ejército. Al mismo tiempo, el Departamento de Estado considera que el número de incidentes terroristas en el mundo se ha triplicado a lo largo del último año. Tan negativas son sus cifras que el Departamento, por primera vez, ha decidido no hacerlas públicas; el diario The Washington Post tuvo acceso al informe a través del Capitolio.
El número de “ataques significativos” durante el año pasado ha subido a 655 frente a los 175 del año 2003, lo que recoge un aumento de 22 a 198 ataques importantes en Irak. En ese número no están incluidos los ataques contra personal militar porque la expresión “ataque significativo” viene definida como “aquella que provoca víctimas civiles o causa grandes daños materiales”.
Entre los “ataques significativos” de 2004 están los atentados del 11-M en Madrid. Los responsables del Departamento explicaron a una comisión del Congreso que el incremento se debe en parte a una nueva metodología en la recopilación de datos, una explicación que varios políticos republicanos y demócratas consideraron “absurda”, según el periódico de la capital.
