EFE
DRESDE, ALEMANIA.- Los bombardeos a Dresde, cuyo 60 aniversario será conmemorado hoy con actos oficiales pero también con manifestaciones neonazis, constituyen uno de los hechos de la Segunda Guerra Mundial que más emociones contradictorias generan en Alemania.
Los ataques a la Florencia del Elba, como se conocía a la ciudad del este de Alemania, son un símbolo del sufrimiento de la población civil germana durante la guerra y en repetidas ocasiones los neonazis han querido instrumentalizar la tragedia. La última vez fue hace unas semanas a través de los diputados del ultraderechista Partido Nacional Demócrata Alemán (NPD) que hablaron en el parlamento regional de Sajonia del “Holocausto de las bombas”, poniendo así los bombardeos al mismo nivel que los crímenes del nacionalsocialismo.
Otros alemanes, en cambio, siguen asumiendo los bombardeos como un castigo que, aunque a algunos alcanzó injustamente, tuvo su origen en los crímenes nazis, y recuerdan que quienes lanzaron las primeras bombas sobre objetivos civiles fueron pilotos de la aviación germana.
En total, se espera que unas 90 mil personas asistan a los distintos actos conmemorativos de los ataques aliados del 13 de febrero de 1945 que costaron la vida a cerca de 35 mil personas, destruyeron la ciudad y se convirtieron en un símbolo del sufrimiento de los alemanes durante la guerra. En la documentación más completa que se conoce sobre los bombardeos, “Dresde in Luftkrieg” (1977) de Goetz Bergunder, se habla de entre 25 mil y 40 mil muertos.