Se cobró 50 millones de vidas la ofensiva más devastadora que haya conocido el Viejo Mundo.
AP / Notimex
LONDRES, INGLATERRA.- Con la presencia de multitudes tanto en actos solemnes como en fiestas callejeras, toda Europa festejó ayer el 60 aniversario de la derrota de la Alemania nazi y el fin de la guerra más devastadora que haya conocido el Viejo Mundo.
El príncipe Carlos, vestido con uniforme de oficial naval, colocó una ofrenda floral al pie del monumento a los muertos en las dos guerras mundiales, en tanto el presidente estadounidense George W. Bush rindió homenaje a sus compatriotas caídos en la Segunda Guerra Mundial, en un cementerio holandés.
El presidente francés Jacques Chirac y el canciller alemán Gerhard Schroeder asistieron a ceremonias en sus países para señalar el final del conflicto de 1939-1945 en Europa.
El presidente de Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, entre miles de personas, viajó a un antiguo campo de la muerte nazi en Austria para recordar su liberación. En Moscú, se congregaron veteranos de guerra rusos a la espera de las ceremonias de hoy, a las cuales han comprometido su asistencia decenas de dignatarios extranjeros, entre ellos Bush.
Rusia, con 26 millones de muertos entre militares y civiles, pagó un precio más alto que cualquier otro país por la agresión de Adolfo Hitler. Unos seis millones de judíos fueron asesinados durante la guerra, que cobró 50 millones de vidas en total. China y Polonia también sufrieron enormes bajas, lo mismo que Alemania, Japón, Gran Bretaña, Francia, Italia, Estados Unidos y muchos otros países. En contraste, alrededor de diez millones de personas murieron en la Primera Guerra Mundial, de 1914-1918.
En Berlín, Schroeder y el presidente alemán Horst Koehler asistieron a un servicio religioso en la catedral antes de la colocación de una ofrenda floral en un monumento a las víctimas del nazismo y la guerra. Muchos alemanes consideran que la victoria aliada liberó a su propio país de la tiranía nazi.
Pero cientos de partidarios de una agrupación de extrema derecha planeaban realizar un acto de protesta contra el “culto de la culpabilidad” que, dicen, le impusieron las potencias vencedoras a la nación. La Policía berlinesa extremó las medidas de seguridad en previsión de la marcha del Partido Nacional Demócrata, que convocó a cientos de jóvenes vestidos de negro y con las cabezas rapadas que portaban banderas rojas, blancas y negras, los colores de los nazis y la Alemania imperial.
CARÁCTER MILITAR
La celebración en Francia del 60 aniversario de la capitulación, que comenzó el viernes en la ciudad de Reims, noreste, en donde el Ejército alemán firmó su rendición el siete de mayo de 1945, tuvo principalmente un carácter militar.
La ceremonia comenzó pasando revista a las tropas del presidente galo en un vehículo militar acompañado por el jefe del Estado Mayor del Ejército galo, Henri Bentégeat.
Después, el presidente francés Jacques Chirac colocó una corona de flores y reavivó la llama del monumento al Soldado Desconocido ubicada en la base del Arco del Triunfo. Durante la ceremonia, la coral de jóvenes de la región de Isla de Francia y el coro del Ejército francés interpretó el himno francés “La Marsellesa”.
Excepcionalmente, varios aviones militares de la “Patrulla de Francia”, conocida por sus acrobacias, sobrevolaron la avenida de los Campos Elíseos dejando a su paso estelas con los colores de la bandera francesa en el cielo de la capital gala.
Chirac viajó por la tarde a Moscú, Rusia, en donde hoy tiene previsto participar en los actos de conmemoración del final de la Segunda Guerra Mundial a los que asistirá medio centenar de gobernantes de todo el mundo.
RESURGE STALIN
De todos los cartelones que han sido colocados en Moscú para celebrar el 60 aniversario de la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, uno de ellos se destaca: muestra a Josef Stalin teniendo como telón de fondo la fotografía de un soldado del Ejército Rojo colocando la bandera con la hoz y el martillo al tope del Reichstag en Berlín.
Stalin ha sido siempre una figura contradictoria en Rusia. Algunos lo consideran un poderoso líder que fortaleció a su país y lo condujo a la victoria contra los nazis. Otros, como un tirano que causó la muerte de decenas de millones de sus compatriotas.
Bajo el Gobierno del presidente Vladimir Putin, Stalin parece estar retornando del olvido. Se han ordenado varios monumentos para representar su figura, en tanto las críticas a su dictadura son silenciadas.
Luego de una ola de críticas tras la muerte de Stalin en 1953, y de la revelación de sus crímenes, el Kremlin no ha querido opinar acerca de Stalin en años recientes. Putin ha expresado en muy raras ocasiones alguna crítica severa hacia el heredero de Lenin.
Los críticos dicen que la falta de los líderes rusos en condenar los crímenes de Stalin significa abolir los valores por los cuales combatieron los aliados.
Asisten al acto veteranos de guerra
Veteranos de los ejércitos de países aliados que vencieron en la Segunda Guerra Mundial y jóvenes de toda Europa participaron ayer en París en los actos de celebración del 60 aniversario de la capitulación de la Alemania nazi.
Los soldados procedían de Australia, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Grecia, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda, Holanda, Polonia, Rusia, Eslovaquia y la República Checa, informaron fuentes oficiales.
El presidente francés, Jacques Chirac, quien presidió el acto, celebrado en el Arco del Triunfo de París, condecoró a varios de los ex combatientes y a deportados con las insignias de gran oficial o de caballero de la Legión de Honor.
Entre ellos, el presidente de la unión de deportados del campo de Auschwitz, Henry Bulkawko, de 86 años de edad y de confesión judía.
En las ceremonias participaron también 400 jóvenes, 200 de ellos franceses y el resto de 14 países, entre ellos de Alemania e Italia, los principales perdedores europeos en la Segunda Guerra Mundial.
Los jóvenes portaban banderas de sus países y playeras blancas con banderas de los países miembros de la Unión Europea (UE).