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ROMA, ITALIA.- El Papa Benedicto XVI tuvo ayer durante el tradicional rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro unas palabras de recuerdo para su antecesor, Juan Pablo II, a quien definió como ?contemplativo y misionero?. ?Veintisiete años hace hoy que el Señor llamó al cardenal Karol Wojtyla, arzobispo de Cracovia, a suceder a Juan Pablo I?, recordó Ratzinger.
Según el Pon-tífice, Juan Pablo II ?fue reconocido como autoridad moral, incluso por muchos no cristianos y no creyentes, como demostraron las conmovedoras manifestaciones de afecto con ocasión de su enfermedad y de vivo duelo tras su muerte?.
?Contemplativo y misionero: así fue el amado Papa Juan Pablo II?, continuó el Papa Benedicto XVI ante una Plaza de San Pedro llena de fieles peregrinos, entre los que había muchos polacos, lugar de nacimiento de Karol Wojtyla.
El máximo jerarca de la Iglesia Católica recordó que Juan Pablo II fue elegido ?en el corazón del mes del Rosario? y que el que él ?tenía a menudo entre las manos se convirtió en uno de los símbolos de su Pontificado?.
Respecto de esta tradición cristiana, Ratzinger explicó que ?el Rosario no se contrapone a la meditación de la palabra de Dios y a la plegaria litúrgica; es más representa un complemento natural e ideal, en particular como preparación y agradecimiento a la celebración eucarística?.
Precisamente ayer, el Papa hizo entrega del premio Juan Pablo II a los derechos humanos, que este año ha recaído en el obispo auxiliar de Praga, Vaclav Maly, que sufrió ?las vejaciones del régimen comunista?, según publican medios locales, y en el presidente de la Fundación de Cultura Cristiana de Cracovia, gran amigo de Wojtyla.
Después del Ángelus, en un saludo dirigido a los peregrinos franceses, el Papa anunció que hoy es ?el Día Mundial del rechazo a la miseria?, de la cual dijo: ?es una plaga contra la que la humanidad tiene que luchar sin cesar?.
