EL UNIVERSAL-AEE
MOSCÚ, RUSIA.- Las autoridades de Azerbaiyán concluyeron ayer la recuperación de los 23 cadáveres de las personas que viajaban a bordo del avión Antanov An-140, que se estrelló la víspera cerca de Nardaran, a unos 40 kilómetros al oeste de Baku.
Las autoridades precisaron ayer que entre las 23 personas muertas se encuentran ocho extranjeros; un australiano, un turco, un georgiano, cuatro kasajos y un británico, de acuerdo con el reporte oficial captado en esta capital europea.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, visitó ayer por la tarde el lugar de los hechos y ordenó apresurar la investigación para determinar las causas del accidente en que murieron los 18 pasajeros y cinco tripulantes del avión de fabricación rusa-ucraniana.
El percance se registró la noche del viernes, cuando el Antanov de dos motores se dirigía a Aktau, en oeste de Kazajastán, pero desapareció del radar apenas cinco minutos después de su despegue de Baku, la capital de Azerbaiyán.
Según versiones de testigos, el avión estuvo sobrevolando de manera circular y lenta por varias áreas residenciales antes de estrellarse, indicaron reportes de prensa conocidos en esta capital.
No fue emitida información inmediata sobre la causa del siniestro. Sin embargo, los canales locales de televisión señalaron que los restos del avión quedaron dispersos en un radio de aproximadamente dos kilómetros, lo cual sugeriría que hubo una explosión.
