El Siglo de Durango
Ante la gran demanda de personas interesadas en ingresar a Misión Korián, se analiza la posibilidad de disminuir el número de becas otorgadas así como un proceso de selección más estricto para esta clase de apoyos, informa Francisco Gerardo Fournier Drew.
El Director del DIF Estatal explica que para mantener el nivel de atención que se brinda en el lugar se requieren recursos económicos para solventar los gastos que se generan; por lo tanto, es necesario que los enfermos aporten aunque sea una cuota mínima.
Y pese al considerable número de duranguenses que quieren recibir tratamiento en este lugar, dice que no es viable a corto plazo aumentar la capacidad de la dependencia, pues eso conlleva una inversión considerable, ya que no sólo es aumentar la infraestructura, sino también el personal.
?Esto tiene que estar bajo la visión también de Oceánica, ellos nos tienen que asesorar. Al aumentar el número de personas que entrarían tendríamos que incrementar recurso económico en personal, porque la orientación es muy dirigida. Por el momento no es viable, lo que queremos es mantener la cuota-recuperación para mantener el centro con el nivel actual y que no hagamos inversiones extraordinarias?, expone.
Luego de que se diera a conocer que Misión Korián optó por trasladar a varios pacientes a Alcohólicos Anónimos, el ex Presidente del Colegio Médico argumenta: ?es un centro de calidad, pero hemos tenido el problema de que sólo tenemos un límite de 35 personas. Las necesidades que ha tenido mucha gente de asistir ha sobrepasado la atención; por eso nos hemos visto en la necesidad de canalizar algunos pacientes para que reciban atención en otro lugar?.
?Pero tenemos que valorar el beneficio que se está dando a esta institución que requiere 35 mil pesos por persona en su tratamiento, entonces valoramos los apoyos que se dan en becas, estamos haciendo un concentrado de cuáles son los pacientes que pueden entrar pagando, aunque el costo total o aunque sea parcial y cuáles serían los que no pagarían nada?, manifiesta.
Para que un duranguense quede exento de pago se seguirá un estricto estudio socioeconómico. Al cuestionarle sobre la posible disminución de becas responde que se debe hacer en beneficio del manejo económico de Misión Korián.
?No podemos dar 35 becas sin que no se cobre nada porque esto significa que las finanzas del Centro se dañen. Estamos haciendo el plan de equilibrio para determinar las becas necesarias para que podamos tener el costo-beneficio que se requiere en cuanto a su manejo?, complementa.
El funcionario estatal estima que serán cuando mucho seis becas las otorgadas, pero no serían completas, sino que el beneficiado tendría que aportar entre cuatro mil o cinco mil pesos.
Fournier Drew reconoce que cuentan con cinco becas por parte de empresarios, quienes solventan el tratamiento del mismo número de pacientes; empero, no se puede ?abusar? de los distintos sectores.
?Hay gente que se acerca y que quiere entrar pero no quiere pagar. No cualquier persona puede entrar a Korián como que estuvo de boga y quieren entrar todos, hay quienes no tienen problemas de adicción sino padecimientos psiquiátricos?, puntualiza el entrevistado.
ACTIVIDAD
Con fecha del 7 de julio, Misión Korián revelaba que durante tres años se había atendido a más de 800 duranguenses y en lo que va de este año eran 177 los rehabilitados.
Alberto Shade Villareal, director General de Misión Korián, aseguró que se trabaja en una atmósfera de la más alta calidad con un excelente programa desarrollado por Fundación Oceánica, con la única diferencia de que en Durango su valor es de 35 mil pesos y no de más de 150 mil pesos, que es el consto de la rehabilitación.
Además, dijo, se continúa brindando al enfermo y a su familia las herramientas para su recuperación en un ambiente terapéutico especializado para reincorporarlos a una vida libre de adicciones que les permita tener un mejor futuro.
Afirmó que se seguirá ofreciendo ayuda a todos aquellos que están sufriendo el impacto de la adicción, ya que la persona enferma no está exenta de arruinar su vida, destruir familias y causar una enorme devastación física, emocional, espiritual y económica a su alrededor cumpliendo así con la meta de ayudar al paciente y a sus seres queridos a enfrentar la químico-dependencia y de esta manera puedan reparar los daños que ésta ha causado en sus vidas.