La última entrega de Star Wars será apta sólo para mayores de trece años
Agencias
LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Star Wars: Episodio III: La Venganza del Sith estará en unas siete semanas en los cines de todo el mundo, sin embargo, en Estados Unidos ya la clasificaron como PG-13.
Dicha clasificación evitará que un menor de 13 años pueda entrar a la sala de exhibición de la cinta si no va acompañado de un adulto.
Esto significa que este episodio será el primero con una clasificación diferente de MPAA, la que tradicionalmente se le imponía a la saga.
El mismo George Lucas ha sido quien ha buscado que su nueva cinta obtuviera una clasificación mayor a la normal, y ha declarado que esta será la más oscura y violenta de las cintas de la serie.
El tercero de los episodios pero último en ser filmado, llegará a las pantallas este 19 de mayo y algunos fans ya se preparan para el estreno. De hecho muchos de ellos vienen de países lejanos, soportan temperaturas extremas y gastan una fortuna para dormir en la calle.
Algunos fanáticos de Star Wars comenzaron a hacer cola para no perderse la sexta y última película de la épica, a siete semanas de su estreno. El problema es que "montaron campamento" en el sitio equivocado. A más de 40 días de su estreno, los fieles seguidores de la lucha contra el mal del caballero andante Luke Skywalker, el aventurero Hank Solo o la Princesa Leia se resisten a creer que la película no será estrenada en el mítico Teatro Chino de Grauman en Hollywood, como es la tradición desde 1977.
Por el contrario, la última secuela del filme, llamada La Venganza de los Sith, del director George Lucas, debutará en el moderno cine ArcLight, a cerca de 1 km de allí, anunció la productora del filme, 20th Century Fox.
La guerra por una sala cinematográfica comenzó.
"Es por una muy buena causa", explicó Jerry Anderson, uno de los entusiastas que se agolpó en una rudimentaria carpa en el mítico Hollywood Boulevard, en la vereda decorada con las estrellas de los actores más grandes del cine.
"Es la última serie de Star Wars y debería estrenarse aquí", dijo.
Anderson -un desempleado de 27 años- duerme todas las noches sobre un banquito de lona: llega cada medianoche y monta guardia. Hace meses que espera este momento.
"Sería un honor para nosotros y para la película", que se estrenara en el Teatro Chino, dijo.
"Nosotros creemos en George Lucas. En su trabajo y su visión", afirmó el joven, habitante de Los Ángeles.
Carolyn Ritter, de 23 años, viajó especialmente desde Australia. Esta es la cuarta vez que se traslada a Los Ángeles para presenciar el estreno de una serie de Star Wars".
Grande fue su sorpresa al ver que la película no se estrenará donde ella esperaba.
"Voy a ir igual, pero no estoy de acuerdo", comentó.
"No será lo mismo. En 1977 la película hizo historia aquí", en el cine construido en 1927, añadió.
Ritter sigue las secuelas de la película religiosamente desde pequeña.
En su casa -y muestra las fotos- tiene tres habitaciones atiborradas de rarezas y objetos relacionados con los filmes.
"Me fascina, es una pasión", cuenta. Una pasión que ella estima le ha costado hasta ahora entre 50 mil y 60 mil dólares.
"Trabajo de lo que sea, ahorro, y luego lo gasto" en Star Wars", dice.
Los colores de los fans
Los fanáticos se clasificaron a sí mismos entre pertenecientes a los grupos rojo, azul o verde. Los rojos son aquellos que no quieren saber nada sobre la trama del próximo capítulo antes del estreno, los azules están en un punto medio y los verdes pretenden intercambiar todo los datos que puedan recoger.
Sarah Parker Allen, de 24 años, dice es una de las rojas.
"Soy una roja absoluta", narra esta joven de Ohio. "Quiero que sea una sorpresa completa. Cuanto más sorpresas, mejor", cuenta.
Por otra parte, dice que no le importa nada que la gente la acuse de "rara" por esta pasión desenfrenada.
"Cuando la gente me dice que es ?raro?, les respondo que más raro es levantarse, ir a trabajar, acostarse, levantarse, ir a trabajar (...) al menos esto es divertido, tiene sentido y es lo que me gusta hacer", afirmó.