Koizumi ya había confirmado que abandonaría la Presidencia del partido y la jefatura del Gobierno en septiembre de 2006.
Tokio, (EFE).- El primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, anunció hoy la composición de su nuevo Gobierno, en el que ha emplazado a los principales candidatos para sucederle en el poder con una firme apuesta por la línea reformista que le dio la victoria en los últimos comicios generales.
Si bien la remodelación ha sido menor de la esperada, con numerosos ministros que conservan sus carteras, los cambios claves introducidos respaldan las palabras de Koizumi cuando dijo hace unos días que de este Gobierno saldrá su sucesor al frente del Partido Liberal Demócrata (PLD) y del Ejecutivo.
Koizumi ya había confirmado el pasado 11 de septiembre, tras conocerse la aplastante victoria del PLD en los comicios generales anticipados celebrados en esa jornada, que abandonaría la Presidencia del partido y la jefatura del Gobierno en septiembre de 2006.
La última vez que Koizumi cambió su Gobierno fue hace once meses, pero, si entonces afrontaba la remodelación con el temor de introducir la disensión en el Ejecutivo, hoy, después de su éxito en los comicios y la posterior purga que hizo en el PLD, presenta al público un Gabinete cohesionado y libre de elementos rebeldes.
La llave de esta "crisis" es el nombramiento de Shinzo Abe, de 51 años, hasta ahora secretario general en funciones del PLD, como ministro Portavoz, es decir, el "rostro" del nuevo Gobierno que cuenta con las mejores oportunidades para convertirse en sucesor del popular primer ministro japonés.
Para ello, y contra todo pronóstico, Koizumi ha dejado fuera del Gobierno a Yasuo Fukuda, de 60 años, un político con mucho poder en el partido, pero que no cuenta con la popularidad de Abe y además está manchado por un escándalo al evadir el pago de cuotas para las pensiones durante tres años.
Abe se ha forjado en los últimos meses como el ariete de Koizumi a la hora de defender los intereses de Japón ante China, o de exigir el retorno de los secuestrados nipones por el régimen norcoreano.
Hoy mismo, apenas se conoció su nombramiento, Abe dio una muestra de su condición de testaferro y dijo que estaba deseando visitar el polémico templo de Yasukuni, en Tokio, santuario que rinde honores a los caídos en combate y a 14 criminales de guerra.
La visita realizada este mes por Koizumi a Yasukuni, templo al que los países vecinos de Japón consideran como símbolo del militarismo de otros tiempos que llevó al Imperio nipón a arrasar media Asia, desató una ola de protestas dentro y fuera del país, que ahora Abe parece obviar.
"Me gusta que el primer ministro, Junichiro Koizumi, haya visitado Yasukuni como político y como ciudadano japonés de a pie. Apoyo ese sentimiento", destacó Abe en sus primeras declaraciones como ministro portavoz.
En cuanto a Corea del Norte, este pretoriano de Koizumi afirmó que Japón seguirá adoptando una política de "mano tendida y mano dura", al mismo tiempo.
Sin embargo, y pese a que todas las apuestas se mueven en torno suyo, Abe no lo tendrá tan fácil para erigirse en el sucesor del primer ministro.
Koizumi ha dejado en el Gobierno a otros dos favoritos para sucederle, dos hombres de mucha fuerza también en el PLD, que, al igual que el nuevo ministro portavoz, se han caracterizado en la última legislatura por su apoyo sin reservas a las reformas del jefe del Ejecutivo.
Se trata del ministro de Finanzas, Sadakazu Tanigaki, quien continúa en su puesto gracias al ímpetu dado a la revitalización industrial y la reanimación del crecimiento económico nipón, y Taro Aso, hasta ahora ministro de Asuntos Internos y Comunicaciones, y desde hoy nuevo titular de Exteriores.
Aso, de 65 años, es presentado como otro potencial aspirante a sustituir a Koizumi, dado su desempeño como jefe de estrategias políticas del PLD, desde abril del 2001 a septiembre del 2003, cuando asumió la citada cartera de Asuntos Internos y Comunicaciones.
En este Gobierno sólo hay dos ministras, la de Medioambiente, Yuriko Koike, de 53 años, que repite en su cargo, y la nueva titular de Igualdad de Género, Kuniko Inoguchi, de la misma edad, experta en temas de seguridad y asuntos de desarme que ahora se tendrá que enfrentar al grave problema de la caída demográfica en Japón.
Otro nombramiento significativo, aunque no aparece en la tómbola de sucesores de Koizumi, es el del nuevo director general de la Agencia de Defensa (con rango de ministro), puesto que antes ocupaba Yoshinori Ono, y que ahora asumirá Fukushi Nukaga.
Este político de 61 años, experto del PLD en política exterior y defensa, fue uno de los artífices del acuerdo firmado el sábado en Washington entre Japón y Estados Unidos para impulsar una alianza militar bilateral y reorganizar la presencia estadounidense en este país.
La elección de Nukaga para ese puesto es, según los analistas, un claro indicador del nuevo rumbo que está tomando la política de seguridad y defensa japonesa y de la preeminencia de los halcones cercanos a EU en Tokio.