Prevé el Gobierno "algunas modificaciones limitadas o adaptaciones estudiadas" de los organismos antiterroristas.
Roma, (EFE).- El ministro italiano del Interior, Giuseppe Pisanu, advirtió hoy de que tras los atentados de Londres el terrorismo "llama también a las puertas de Italia" y aseguró que el Gobierno reforzará la seguridad sin restringir las libertades individuales.
Pisanu compareció hoy ante la Cámara de Diputados para detallar las medidas que el Ejecutivo prevé implantar para combatir la amenaza terrorista, aunque dejó claro que "nadie piensa en aplicar leyes especiales".
Esta posibilidad, barajada tras los ataques en la capital británica, contaba con el apoyo de la Liga Norte, partido aliado del Gobierno de Silvio Berlusconi, pero había suscitado duras críticas de la oposición del centroizquierda.
"No podemos limitar la libertad de los ciudadanos para combatir a los enemigos de la libertad. Si lo hiciésemos les concederíamos a ellos una auténtica victoria", reconoció Pisanu.
Lo que prevé el Gobierno son "algunas modificaciones limitadas o adaptaciones estudiadas" de los organismos antiterroristas, explicó.
Entre ellas están la posibilidad de conceder el permiso de residencia a los extranjeros que ofrezcan a la Policía ciertas informaciones, así como prorrogar las detenciones judiciales de doce horas a veinticuatro para permitir la identificación de los arrestados.
También se prevé reforzar la seguridad en el transporte urbano y en las infraestructuras portuarias y ferroviarias de Italia, "una de las medidas principales", según el ministro, dado que son objetivos "muy vulnerables a acciones terroristas de alcance medio".
Por otra parte, se mostró a favor de una "intervención normativa" para dotar a los servicios de inteligencia de capacidades como las interceptaciones preventivas y el acceso a los bancos de datos de las compañías telefónicas.
Señaló asimismo algunas "hipotéticas intervenciones" en el código penal, entre ellas el endurecimiento de las penas por falsedad en el testimonio y en los documentos de identidad, o la posibilidad de extender el arresto obligatorio a aquellos en posesión de documentos falsos.
Pisanu recordó que las medidas implantadas tras los ataques del 11-S de 2001 en Nueva York y Washington siguen en vigor, y actualmente la Policía italiana vigila más de 13.000 "objetivos sensibles" localizados en el país.
Estas precauciones, en cualquier caso, "dejarían intacto el cuadro de garantías previstas por el ordenamiento jurídico y constitucional", aseguró el ministro, que pidió unidad política para afrontar el terrorismo de matriz islámica.
"No se trata del conflicto de civilizaciones, sino de dar una respuesta común a una amenaza común claramente identificada", recalcó.
Las medidas planteadas por el titular de Exteriores fueron en principio bien acogidas por la Cámara, con la excepción de los representantes de la Liga Norte, que abogan por la puesta en marcha de leyes extraordinarias.
Tras los atentados de Londres, este partido lanzó una serie de propuestas extremas, como la de declarar el estado de guerra o crear un ministerio antiterrorista, que fueron duramente criticadas tanto por sus adversarios como por sus aliados.
El líder opositor Romano Prodi, que en los últimos días había expresado su firme rechazo a una normativa antiterrorista especial, se mostró satisfecho por la dirección política transmitida por el responsable de Interior.
"La lucha al terrorismo se hace con medidas serias, en la dirección expuesta por Pisanu", reconoció Prodi en su intervención ante el hemiciclo.
El ministro del Interior se mostró por su parte "profundamente satisfecho" por la acogida de la Cámara a las propuestas, que -insistió- son "indicaciones genéricas".
El próximo paso, agregó, es "presentar a los ministros competentes y a todo el Gobierno una base de discusión convincente" sobre la política antiterrorista.