Del plato a la boca se cae la sopa.
Del santo me espanto, del pillo, no tanto.
Del tiempo y las mujeres, lo que vieres.
Demasiada honra, interés encubierto.
Demasiado al este es el oeste.
Desayunar como rey, almorzar como príncipe, y cenar como mendigo.
Desconfía del médico joven y del barbero viejo.