Después del burro muerto, la cebada al rabo.
Después del palo dao ni Dios lo quita.
Después del ojo afuera, no hay Santa Lucía que valga.
Desvélate por saber y trabaja por tener.
Detrás de la tormenta brilla el sol.
Diablo te hiciste, porque padre no tuviste y madre no temiste.
Días de mucho, vísperas de nada.