El vino se hizo para los reyes y el agua para los bueyes.
El vino, poco es triaca, y mucho es veneno.
El violín y la guitarra son mis piedras de afilar donde afilo mi garganta cuando comienzo a cantar.
Ellos son blancos y se entienden.
En abril aguas mil, y todas caben en un barril.
En agosto y enero para tomar el sol, no te pongas el sombrero.
En agosto, aunque sea poco, quien no goza de él es loco.