Hasta el treinta de mayo no te quites el sayo.
Hasta la belleza cansa.
Hasta que a la meta no llegues, no te pongas los laureles.
Hasta que es padecido, el mal no es conocido.
Hasta una hormiga que pierde, duerme.
Hay gente tan pobre, que sólo tiene dinero.
Hay que estar a las duras y a las maduras.