Mal de muchos, consuelo de tontos.
Mal me quieren las comadres, porque les digo verdades; mal me quieren las vecinas, porque les digo mentiras.
Mal piensa el que piensa que otro no piensa.
Mal te quiere quien siempre te alaba y nunca te reprende.
Maldita sea ave, la pluma, mas no la carne.
Mano sobre mano, como mujer de escribano.
Manos blancas no ofenden.