EL SIGLO DE DURANGO
Aunque la incidencia del Síndrome de Down en el Hospital General es baja, pues sólo se tuvieron cinco casos en el 2004, el jefe de Pediatría del nosocomio, Hugo Rafael Rueda Ochoa, manifiesta que es importante la prevención oportuna del problema para darle la atención apropiada al recién nacido y, así, mejorar su nivel de vida.
De acuerdo con lo señalado por el galeno, en el 2004 se atendieron en total seis mil 128 partos y, ante tales datos, la presencia de bebés con este síndrome es realmente escasa. Son las mujeres de edad avanzada las que corren un mayor riesgo de procrear un bebé con esta problemática, pero aún más las que ya tuvieron un hijo con estas características.
Indicó que al momento de nacer descubren a los menores con este síndrome debido a los rasgos distintivos de su anatomía, pero lo importante es que se pueda detectar prenatalmente. “Con lo que se ha relacionado más es con las madres añosas, fuera de la edad reproductiva, mayores de 35 años, pero se les hace una prueba por medio de un cariotipo, obteniendo líquido amniótico para mandarlo a análisis”, dijo.
Una vez que nace el producto, si existe alguna duda de que padece el síndrome, se les realiza un estudio adicional, pero no siempre está al alcance de todos los bolsillos, ya que tiene un costo de dos mil o tres mil pesos.
“Se puede hacer este estudio, sobre todo cuando se sabe que la mamá ya tuvo un niño con síndrome; en estos casos es importante el consejo genético. Si la persona tiene un Síndrome de Down tiene otro 25 por ciento de probabilidades de volver a tenerlo”, explicó.
Rueda Ochoa dijo que el Síndrome se produce debido a que el producto tiene un cromosoma de más en el par 21 (trisomía 21), en lugar de los dos normales. Esto ocasiona retraso mental, al igual que ciertas deformidades físicas.
“Son niños con los ojos rasgados, la nariz o el puente nasal chato, son niños que tienen la lengua grande y tienen flacidez generalizada”, expresó el entrevistado.
Pero además, los pequeños enfrentan otros males que quebrantan su estado de salud, tales como las cardiopatías, hipertensión pulmonar, comunicaciones interventriculares, así como problemas digestivos entre los que figuran atrecias de esófago. Además, se estima que un 25 por ciento de los niños presenta hipotiroidismo
Con un cuadro tan adverso para los pequeños, resaltó que se requieren cuidados especiales y, en el caso del hospital, son canalizados a la clínica de estimulación temprana; asimismo, quienes así lo ameritan por sus padecimientos cardiacos pueden acceder a un sanatorio de tercer nivel fuera del estado.
“Tenemos que detectarlos a tiempo para poder evitar que tengan un retraso psicomotor que es muy importante; nos estamos enfocando a eso para que traten de llevar una vida normal”, explicó.
El entrevistado enunció que antes la esperanza de vida de los niños con Síndrome de Down era reducida; sin embargo, en la actualidad ha aumentado de manera considerable, pues ya llegan a edades adultas sin mayores percances gracias a los avances de la medicina.
“En el país hay asociaciones para esta clase de niños; aquí en Durango no la tenemos, obviamente, pero sí tenemos programas para atenderlos”, indicó para después manifestar que no tienen por qué ser rechazados.
DESCONOCIMIENTO
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Durango no tiene un registro de los bebés que nacen con Síndrome de Down, según dio a conocer la coordinadora de Comunicación Social, Violeta Díaz Rodríguez, pues no llevan cifras estadísticas al respecto.
Manifestó que una vez que ha nacido el producto, en caso de que el galeno responsable sospeche que tiene algún mal genético, es enviado a Monterrey para su detección, ya que en la urbe del vecino estado cuentan con una clínica especializada.
No obstante, señaló que los derechohabientes que requieren de este servicio gozan del pago de transporte por parte de la dependencia federal y que, debido a que el hipertiroidismo es un mal de mayor presencia, cuentan con el equipo necesario para hacer el estudio correspondiente.