Incumple el alcalde Jorge Herrera promesa de apoyo que hizo durante su campaña
El problema del consumo de bebidas alcohólicas en el Jardín de la Nueva Vizcaya data desde hace varios años, pero hasta la fecha los vecinos que se han quejado una y otra vez no han recibido una respuesta satisfactoria por parte de las autoridades.
Ahora ven con preocupación cómo un grupo de jóvenes utilizan este lugar público, en donde incluso hay juegos infantiles, para drogarse y, además, cometer fechorías. Los más afectados son los moradores que viven en torno de este espacio público, ubicado en la colonia Nueva Vizcaya, entre las calles Aquiles Serdán y Negrete.
Pocos de los vecinos quieren dar sus nombres por temor a que los ?pandilleros? los agredan, pero los testimonios son similares.
María Luisa y María Elena Cervantes laboran en un puesto de comida en este jardín, desde hace 22 años se ganan el pan diario con esta actividad. Comentan que los ?borrachitos? no son novedad, pero se ha ido agravando con el paso del tiempo.
En su puesto, las huellas del graffiti están vigentes, platican que los ?cholos lo estrenaron?, pues apenas lo habían puesto cuando ya estaba rayado.
Los alcohólicos son un problema para los transeúntes del sitio, sobre todo porque ya sin el pleno uso de sus facultades mentales por su adicción utilizan cualquier rincón para hacer sus necesidades fisiológicas, situación que afecta a las damas y, en especial, a los menores de edad que, asustados, son testigos de estas acciones.
?Hay un chorro de borrachos y ?mafufos?. Los niños salen de la escuela y pues a veces los molestan. Incluso hemos visto cómo los que se drogan esconden sus cochinadas entre los jardines?, manifiestan.
Su versión es ratificada por los demás habitantes cercanos a la zona que fue planeada para el esparcimiento, pero que por el momento ya no consideran segura. Hay algunas mujeres que optan por salir en la mañana a hacer ejercicio; no obstante, lo hacen con desconfianza con el temor de encontrarse a algún hombre beodo y que utilice cualquier árbol para orinar.
Los ciudadanos prefieren guardar el anonimato, pero señalan que ya tienen bien identificado a un grupo de muchachos que limpian carros en Libertad y 20 de Noviembre, mismos que utilizan el parque para consumir narcóticos.
Se han registrado algunos intentos de robo e incluso uno se efectuó. Los duranguenses de este asentamiento humano aseveran que siempre dan aviso a las autoridades, sus denuncias son constantes, pero no han encontrado eco.
Declaran que esta problemática se planteó desde que José Rosas Aispuro Torres fungía como presidente municipal; sin embargo, no los ayudó. El ahora edil capitalino Jorge Herrera Delgado los visitó en campaña y les prometió que los auxiliaría, pero su palabra no ha sido cumplida, manifiestan.
La inconformidad de los vecinos es tanta, que planean contratar personal de seguridad privada que resguarde ese sitio al que cuidan para mantenerlo en buenas condiciones, para abatir este conflicto, con el objetivo de asegurar el bienestar de sus familias.
QUEJAS
Los duranguenses circunvecinos al jardín de la Nueva Vizcaya demandan seguridad.
-Existen indigentes que viven en el sitio y consumen a todas horas bebidas alcohólicas, violando el Bando de Policía y Gobierno de Municipio; sin embargo, no son remitidos por las autoridades competentes.
-Frente a este lugar hay un jardín de niños y una escuela primaria; por lo tanto, los escolares son testigos de los actos cometidos por las personas alcoholizadas.
-Los vecinos señalan que debido al consumo desmedido de alcohol, ya han muerto varios indigentes.
-Los fines de semana se concentran un mayor número de vagos que escandalizan y se drogan en la vía pública.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.