Ciudad del Vaticano, (Reuters) - El Papa Juan Pablo II recibió un Ferrari -un modelo a escala de una real- del equipo de competición italiano, que consideró que el Sumo Pontífice ganó la competencia en el camino de la humanidad.
El campeón de Fórmula Uno, el alemán Michael Schumacher, y el resto del equipo Ferrari se reunieron con el Papa en la Sala Clementina del Vaticano para entregarle el modelo escala 1:5 del automóvil con el que Ferrari ganó el campeonato de pilotos y el título de constructores en el 2004.
El presidente de Ferrari Luca Cordero di Montezemolo dijo al Papa que los pilotos, los mecánicos y la dirección querían rendirle homenaje. Dijo que su coraje y defensa de los derechos humanos lo ubicaron "durante los últimos 26 años en la 'pole position' de los caminos de la humanidad".
El término "pole position" indica el piloto que larga en la mejor ubicación en el inicio de una carrera.
"Es la primera vez que uno de nuestros autos -aunque se trate de un modelo- ha ingresado al Vaticano", dijo Montezemolo al Papa. "Consideramos que esta es nuestra línea de llegada más prestigiosa. Sentimos que usted forma parte de nuestro equipo y queremos agradecerle por el ejemplo que ha brindado".
Schumacher, su compañero de equipo el brasileño Rubens Barrichello, el director ejecutivo de Ferrari, el jefe del equipo de Formula Uno, Jean Todt, junto con los mecánicos y ejecutivos de la famosa marca de autos vistieron trajes oscuros con el escudo de Ferrari (el Cavalino Rampante) en los bolsillos de sus sacos.
En su mensaje, el Papa, quien estuvo a bordo de una Ferrari real cuando visitó la planta automotriz en 1988, dijo al grupo que el deporte era importante para toda la sociedad y podía comunicar valores como la solidaridad entre las personas y las naciones.
