Resultan afectados más de 60 inmuebles en la región Hakkari.
SUN-AEE
ANKARA, TURQUÍA.- Al menos 23 personas resultaron heridas y más de 60 inmuebles afectados por la ola de violencia en un atentado con coche-bomba en la región turca de Hakkari, vecina a la frontera con Irak, informaron ayer fuentes policiales.
El ataque fue perpetrado sobre las 23:00 horas local (21:00 Tiempo del Meridiano de Greenwich GMT, por sus siglas en inglés), del martes en la ciudad de Semdinli, ubicada en una zona en la que confluyen las fronteras de Irak, Turquía e Irán, en pleno corazón del territorio que reclaman los separatistas kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
?Tres policías, cuatro soldados y 16 civiles resultaron heridos en la explosión, que afectó a 67 inmuebles y rompió decenas de ventanas. La Policía ha emprendido la investigación?, dijo a la televisión local NTV el gobernador provincial, Erdogan Gurbuz.
?Ninguno de los heridos está grave. Todos fueron socorridos en el momento, excepto dos soldados que debieron ser trasladados al hospital con lesiones en el rostro?, precisó.
Gurbuz responsabilizó de forma directa al PKK, organización que el pasado año retomó la lucha armada tras cerca de un lustro de tregua.
El martes pasado, dos soldados turcos y un guardia municipal perdieron la vida en diversos enfrentamientos con separatistas kurdos en la provincia meridional de Sirnak.
El incidente se desató cuando los gendarmes del Municipio de Sirnak descubrieron una partida de rebeldes kurdos que trataba de infiltrarse en Turquía desde el vecino Irak, explicó la delegación del Gobierno en un comunicado.
Algunos separatistas cayeron también en la escaramuza, pero otros lograron escapar a una zona turca conocida como la ?plataforma Uzungecit?, en la zona fronteriza con Irak, donde las Fuerzas de Seguridad emprendieron una redada.
El PKK se levantó en armas en 1984 y combatió al Ejército turco hasta 1999, fecha en que su líder, Abdulah Ocalan, fue capturado en Kenia tras una rocambolesca operación.
Explosiones en India y Francia
Cinco personas murieron ayer y otras 15 resultaron heridas en un ataque suicida en Srinagar, capital del estado indio de Jammu y Cachemira, donde persiste la violencia a pocos días de que se abra la línea divisoria con Pakistán.
Un potente coche-bomba estalló sobre las 11:10 hora local (05:40 Tiempo del Meridiano de Greenwich GMT, por sus siglas en inglés) en la plaza de Nowgam, en las afueras de Srinagar, cuando las Fuerzas de Seguridad en la zona intentaron parar al vehículo tras haber sido avisados de un posible atentado.
El conductor, identificado como ?Mubashir?, intentó huir y detonó los explosivos en el coche, lo que causó la muerte de un agente y tres civiles, entre ellos una mujer, además del propio autor.
El grupo radical islámico Yaish-e-Mohammad (YeM) se atribuyó el atentado posteriormente.
Mientras que en Francia, una explosión registrada durante la madrugada causó daños materiales en la oficina de impuestos de Blaye, al norte de Burdeos (suroeste francés), informaron ayer las autoridades.
El alcalde de Blaye, Bernard Madrelle, expresó a medios locales la sospecha que la deflagración fue provocada por un artefacto explosivo, a la vez que señaló que no se habían recibido amenazas.
La explosión causó daños en las tres plantas del edificio, si bien a primera vista la entrada ha sido la parte más afectada.
TIENE LA CIA CÁRCELES SECRETAS
La Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) ha retenido e interrogado a algunos de sus cautivos más importantes de Al Qaeda en un complejo carcelario de la era soviética ubicado en Europa oriental, según funcionarios de Estados Unidos y otros países, dijo el diario The Washington Post.
La instalación secreta es parte de un sistema penitenciario clandestino establecido por la CIA hace cuatro años, que en varios momentos ha incluido instalaciones en ocho países, entre ellos Tailandia, Afganistán y varias democracias del este de Europa, así como un pequeño centro en la prisión de la base naval de Guantánamo en Cuba, según funcionarios de Inteligencia pasados y presentes, así como diplomáticos de tres continentes, dijo el diario el martes en su página electrónica.
La red de cárceles clandestinas es un elemento central de la guerra no convencional de la CIA contra el terrorismo, dijo el diario.
La existencia y ubicación de las instalaciones -llamadas ?lugares negros? en los documentos secretos de la Casa Blanca, la CIA, el Departamento de Justicia y documentos congresionales- son sólo conocidas por un puñado de funcionarios en los Estados Unidos, y habitualmente sólo por el presidente y algunos funcionarios de Inteligencia en los países donde se encuentran, agregó el diario.
