Agradece el menor del internado Francisco Zarco a toda la gente que lo ayudó
EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- ?¡Dios bendiga a todos!?, dijo Juan Ángel Santana Gómez a aquéllos que con su presencia, apoyo y regalos le demostraron cariño el día de su cumpleaños. Así lo comentó luego de terminada su fiesta, misma que compartió con otros cinco compañeritos que en este mes también celebran su aniversario.
El pequeño parecía no creer lo que veían sus ojos: piñatas, bolos, pasteles, hot dogs, regalos y sus bicicletas. A las cinco con 30 minutos del día seis de octubre fue tal acontecimiento. Los 100 niños que se albergan en el Internado Francisco Zarco estaban muy contentos porque el gran día había llegado. Todos vestían sus mejores galas.
El 12 de septiembre pasado, en las páginas de El Siglo de Torreón, se publicó una historia que conmovió a muchas personas que al leerla no repararon en llamar a la directora de dicho lugar, Graciela Ramírez, para contribuir en hacer realidad el sueño del niño de ahora 11 años.
Amor y una fiesta infantil y una bicicleta de regalo era lo que pedía el pequeño para su cumpleaños que fue el sábado ocho de este mes. Los directivos decidieron adelantar el festejo el jueves seis y juntaron a los niños que en este mes también cumplieron años: Blanca Estela y Araceli Juárez Buendía, Lesly Torres Guerrero, Lizuly Angélica Franco López y Mario Alejandro Villalobos.
Juan Ángel es aquel niño que por voluntad propia acudió al Internado Francisco Zarco que auspicia el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), solicitando amor.
En aquella ocasión su rostro reflejaba mucho dolor y lo más insólito para los directivos de este lugar, es que llegara solito pidiendo una oportunidad para permanecer ahí.
Según comenta la directora de este centro, Graciela Ramírez, Juan Ángel ha sufrido mucho por el desamor de sus propios padres. Al parecer su madre, muy pequeñito, lo dejó a cargo de su padre, quien luego de unos cuantos años se lo regresó.
Algo ocurrió, porque según comentaron, el niño después estuvo al cuidado de un judicial con el que duró solamente un año. El infante ha vivido una inestabilidad poco recomendable para alguien de su edad. ?Deseo que me quieran?, le expresó a la directora cuando solicitó entrar a este internado.
Desde que en las páginas de este diario se publicó su tierna historia, personas de muchas partes hablaron para contribuir a la fiesta de cumpleaños. Graciela Ramírez no dejó de recibir llamadas telefónicas de gente que deseaba cooperar con refrescos, hot dogs, pasteles y la bicicleta tan esperada por el pequeño.
Con el fin de que no se empalmaran los productos, la directora llegó a un acuerdo con la gente que desde las cinco llegó a las instalaciones del internado con lo que acordó regalar. Como lo prometieron, Avelina y Cecilia Cepeda de San Pedro le regalaron una bicicleta nueva y otras personas que no quisieron decir sus nombres, le otorgaron unas de medio uso que serán objeto de sorteo para no lastimar al resto de los chamacos que también deseaban una.
Todos son niños que pertenecen a familias desintegradas e igual que a Juan Ángel, les faltan muchas cosas porque su padre, madre o acaso, abuelos, no tienen los suficientes recursos para proporcionarles lo que ellos quieren o necesitan.
Aunque todos los infantes sabían que la estrella del momento era Juan Ángel, sentían mucha emoción, se reflejaba en sus rostros. Cuando le pegaron a las piñatas ?una era de la figura del personaje de los increíbles y la otra una Blanca Nieves-, se les notaba contentos. Mientras le tocaba la segunda vuelta, el agasajado corría a ver su bicicleta que estaba en el área de las oficinas administrativas y en la que destacaba un gran moño azul.
Desde que llegaron las personas con ella, no dejaba de acudir a observarla. ?Viene a cada rato, como que aún no cree lo que ven sus ojitos?, dijo una de las trabajadoras del internado. Cuando tuvo oportunidad de usarla, por todos los pasillos del internado paseó con ella y no reparó en presentársela a sus compañeritos. El moño nunca lo quitó.
Así fue que el pequeño festejado, en todo momento fue solidario con sus compañeros y junto con los que cumplían años en este mes, apagaron las velitas que luego desprendió del pastel para entregarles una a cada uno de ellos.
Los adultos que llegaron a estar presentes en la fiesta de cumpleaños de Juan Ángel manifestaron su alegría por ver contento al niño y por conocerlo. Les llamó la atención su delgadez y les enterneció sus muestras de gratitud.
El niño ya tiene una mamá postiza ?así lo expuso cariñosamente la directora Graciela-. Se trata de Leticia Ramírez de Ibarra, quien desde que leyó sobre el pequeño, no dudó en acudir a conocerlo y desde ese día y con el auspicio de las autoridades del internado, cada viernes lo recoge y lo lleva a la casa de la mamá de Juan Ángel, quien por cierto, no ha puesto ningún reparo porque el niño pase los fines de semana en otro lugar.
Juan Ángel dice que se siente muy contento con la señora Leticia, pues la familia de ella lo quiere mucho e incluso ahí le compraron ropa. Sobre su madre, el niño nada más se limitó a decir que ella le contestó con un solo, ?está bien?, cuando le comentó que le estaban organizando una fiesta por su cumpleaños.
AGRADECIDO
?¡Dios bendiga a todos!?.
Juan Ángel Santana Gómez,
Niño del Internado Francisco Zarco